Las discrepancias con la futura reforma educativa, que impulsa el ministro José IgnacioWert, movilizaron ayer a diferentes colectivos escolares y universitarios en la ciudad de Valencia por la mañana y por la tarde mientras en Madrid se celebraba la Conferencia Sectorial de Educación de los consejeros autonómicos para abor?dar el borrador de esta Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

Un millar de estudiantes, convo?cados por la Assemblea Interuniversitaria, acudió desde el campus de Tarongers hasta el de Blasco Ibáñez, donde les aguardaban otros compañeros bajo una pancarta en valenciano de "No a los desahucios en las aulas" de la uni?versidad pública.

Los jóvenes, que no habían comu?nicado la manifestación, entra?ron en el rectorado de la Universitat de València (UV) para exigir hablar con su rector, Esteban Morcillo, con la intención de que adopte soluciones para los alumnos que no pueden pagar la matrícula y les devuelven el recibo del banco. En ausencia de su responsable, fueron recibidos por el gerente y un vicerrector.

La protesta contra la ley de Wert, los problemas que ha habido con los listados de becarios y el incremento de tasas que "expulsa" de la universidad a muchos alumnos por cuestiones económi?cos concluyó en la sede de la Conselleria de Educación. Allí, unos estudiantes quemaron fotografías con los rostros del ministro, la titular de este departamento autonómico, María José Català, y Morcillo.

La concentración de la tarde tu?vo lugar ante la Delegación del Gobierno de Valencia, convocada por diferentes organizaciones ciudadanas, culturales, docentes y estudiantiles, como Escola Valen?ciana, el STE-PV, BEA, CEPC y ACPV. En ciudades del País Vasco, Cataluña y Galicia también se realizaron protestas.

Los manifestantes rechazan la Lomce y, en particular, el trato que se da a las lenguas cooficiales, co?mo el valenciano. En la futura ley, la lengua propia queda como una asignatura de especialidad, una optativa, que no tiene asigna?do horario, ya que será la comunidad autónoma la que debe dotarla de horas, y que tendrá que competir en clara desventaja con el castellano, considerada materia troncal y obligatoria.

Por su parte, Català señaló ayer en Madrid que el ministro acepta para el análisis su solicitud de que los alumnos, al acabar la titu?lación de ESO y Bachillerato, puedan acreditar un nivel básico o intermedio en lengua extranjera con una prueba en el propio centro, informó Europa Press.