La apuesta de Cairn Energy por el petróleo valenciano no se despejará en al menos un año debido al retraso en la tramitación del permiso ambiental para la adquisición de la sísmica 3D en aguas del Mediterráneo situadas frente a la Comunitat Valenciana. Antonio Martín Pascual, director general de Capricorn Spain, la filial de Cairn en España, desveló ayer en Valencia que la compañía ha solicitado un permiso que reduce la campaña sísmica, con una duración prevista de tres meses, al periodo otoño-invierno, cuando el impacto social y medioambiental «es menor».

En la fase actual de tramitación, con el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente realizando consultas a diversos organismos, incluido la Generalitat, es imposible que el permiso llegue a tiempo en los primeros meses de este año.

El director general de Capricorn, con amplia experiencia exploratoria en Argelia y Egipto en las empresas Repsol y Cepsa, asegura que el estudio ambiental de la campaña 3D «incorpora todos» los condicionantes que los ministerios de Industria y Medio Ambiente han exigido en peticiones anteriores. «No esperamos problemas, aunque en casi todas partes estas cosas van más rápidas que aquí», lamentó.

Cairn ha renunciado momentáneamente a ejecutar la sísmica marina en el permiso «Albufera», el más próximo a la costa valenciana. Un buque especializado capaz de arrastrar numerosos hidrófonos cubrirá una amplia franja marina situada a unos 40 kilómetros de Valencia y a 42 de las costas de Ibiza y entre los 600 y 1.400 metros de profundidad.

Los «ecos» recibidos por los hidrófonos permiten determinar la profundidad y la «geometría» de los yacimientos potenciales. Se trata de identificar las «trampas» en las que han podido quedar retenidos los hidrocarburos, evaluar sus dimensiones y descartar las que no tengan suficiente volumen. La experiencia exploratoria de Cairn determinará después dónde hacer los sondeos „pozos„ que confirmarán la presencia de «petróleo, gas o... agua», admitió Antonio Martín.

El buque principal irá acompañado de cuatro «nodrizas» con personal especializado en seguridad marítima y en avistamiento de cetáceos y los trayectos se harán mediante la técnica del «arranque suave» para permitir a los mamíferos marinos que se alejen de la zona de estudio, según explicó.

La compañía con base en Escocia mantiene vivo todo su interés inicial en una zona que Antonio Martín define como «poco explorada» pese a los más de cuarenta pozos abiertos solo en el mar. Asegura que la tecnología «ha mejorado mucho» la fase de adquisición y proceso de datos y confía en hallar «trampas» que justifiquen la segunda fase del proyecto con sondeos. En ese empeño, Cairn invertirá 80 millones de euros a su riesgo y ventura.