El expresidente de la Generalitat Francisco Camps le arrebató ayer, por la tarde, a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el protagonismo que ésta había acaparado el día anterior tras hacerse pública la decisión del TSJ de no imputarlos por Nóos. Camps, entre gran expectación mediática, llegó al pleno (al que no había asistido por la mañana), donde lo esperaba un grupo de fieles, que lo agasajó con gestos de felicitación por la resolución judicial. A los cinco minutos entró Barberá, a la que Camps dio un beso ante la mirada del resto de la Cámara. La exconsellera Maritina Hernández había aprovechado por la mañana su presencia en la tribuna para «felicitar» a Camps y Barberá. Algo que no hizo el presidente Alberto Fabra en el debate del martes.

Morera visualiza el tripartito. El síndic de Compromís, Enric Morera, peleó a brazo partido con el presidente de las Corts, Juan Cotino, para que diera la palabra al «colega» y alcalde socialista de Vila-real, José Benlloch, a quien puso de ejemplo de una administración que se ha negado a pagar deuda «ilegítima».

Los halagos de Parra a Fabra. La diputada del PP Maite Parra empezó hablando de la «pilota valenciana» y acabó peloteando tanto a Fabra, del que glosó sus bondades y lo bien que lo había hecho en el discurso del día anterior, que provocó las risas de la oposición y de algunos de sus compañeros. En medio del jolgorio general, todos la aplaudieron.

Los «moluscos» catalanes. Algunas propuestas eran tan concretas que David Serra (PP) ironizó al verlas impropias del debate. En concreto, aludió a una que previene contra la extensión del molusco «Pomacea canaliculata», conocido como «caracol manzana».