La Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio pidió ayer en la concentración que realizan cada mes en la Plaza de la Virgen de Valencia que se lleve a cabo la imputación a los directivos del metro por el accidente de 2006 que costó la vida a 43 personas y dejó 47 heridos. Miles de personas volvieron a llenar la plaza, y ya van siete años, para apoyar a las víctimas y familiares, quienes aseguraron que estos directivos «conocían los riesgos» que tenían los maquinistas y usuarios de la Línea 1, en la cual tuvo lugar el siniestro.

Apuntaron que mientras avanza la instrucción del accidente de Santiago, que imputa al órgano responsable de la seguridad en la empresa gestora, «contemplamos atónitos como aquí en Valencia, la jueza Nieves Molina no ve responsabilidad en esos mismos cargos responsables de garantizar la seguridad en el transporte público». Señalaron que Molina «no ve relevante penalmente el hecho de que en varias ocasiones técnicos de metro Valencia solicitaron expresamente que se instalaran balizas que pudieron evitar el accidente».

Como recordaron , en septiembre de 2005 se propuso sustituir el actual sistema FAP por otro más moderno ya instalado en el resto de las líneas, y se alertó de la presión a los maquinistas para cumplir los horarios. «Esta omisión voluntaria establece un nexo de causa» con el siniestro, ya que «de haber actuado conforme a la norma elemental de prudencia, recogida en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, hubieran instalado las balizas» y el accidente no se hubiese producido», afirmaron.