Imponer la «normalidad» en palabras del vicepresidente José Císcar por decreto se antoja misión complicada, en especial si se pretende gobernar una empresa a la que se ha decidido aplicar la eutanasia. El Consell de Alberto Fabra no ha logrado que en una situación tan excepcional como la que vive la televisión pública valenciana, los informativos no sean inusuales. Y lo son. Se muestran críticos con el presidente de la Generalitat y con el director general de RTVV, Ernesto Moreno, el liquidador de la empresa. El comité de empresa solicitó ayer a primera hora una reunión con el nuevo inquilino de la octava planta del pirulí. Los representantes de los trabajadores pensaron en plantarse en la puerta y no abandonar hasta ser recibidos.

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El informativo de mediodía de ayer dio cuenta de la petición del encuentro. A última hora de la mañana, Moreno trasladó su disposición a recibir al comité incluso por la tarde. Pero la agenda del órgano sindical dejó para hoy la reunión. El máximo responsable de RTVV mereció una reprimenda en el Notícies 9 cuando en una información sobre el ERE se hizo constar que Ernesto Moreno no había querido atender a la redacción de la casa que le pidió de una valoración. El pasado viernes, día en el que Moreno llegó a Burjassot, periodistas de la casa le habían pedido un encuentro para que explicara la situación y con el fin de saber de primera mano las intenciones del liquidador. Moreno no los recibió con el argumento de que él no ha acampado en el RTVV para conceder entrevistas.

Un vídeo crítico en bucle

No salió mejor parado en ese telediario el presidente Fabra. Tras emitir las declaraciones a Ràdio 9 desde el circuito de Cheste negándose a hablar del cierre de RTVV, se rescataron imágenes de archivo en las que Fabra, como alcalde de Castelló, defendió las emisiones de TV3 en la Comunitat Valenciana mientras el Consell de Francisco Camps precintaba los repetidores de Acció Cultural, que distribuían la señal de la catalana. «Los políticos estamos para resolver conflictos» en vez de para crearlos, explicaba entonces desde el despacho de alcaldía. Y remataba: «Pongámonos a trabajar para lograr acuerdos y hagamos que la gente pueda ver la televisión que quiera».

En el vídeo de dos minutos y medio también aparecía la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, elogiando la decisión de Fabra. Se emitió en repetidas ocasiones en el sistema de redifusión de Nou24. También se ofrecieron declaraciones de Alberto Fabra en las que apuntó que el cierre de la televisión pública es irrenunciable.

Representantes de los sindicatos y trabajadores de RTVV mantienen, con todo, un hilo de esperanza sobre la posibilidad de que se pueda alcanzar algún acuerdo que permita ablandar las consecuencias de la decisión del cierre e incluso evitarlo. Fuentes consultadas por este diario explicaron que el Consell ha tendido puentes para sondear la disponibilidad de alcanzar algún pacto que convendría a los empleados y al propio Fabra con vistas a la votación de las Corts del día 27 en la que se ha de aprobar la ley que liquidará RTVV. Uno de los argumentos que justificaron el decreto, según Císcar, fue la necesidad de nombrar a los miembros del PP en el consejo de administración para que recuperara su operatividad tras haber dimitido los vocales populares, incluido la directora general.

No obstante, ni han sido convocados aún los consejeros ni tienen noticias sobre cuándo serán reunidos. Desde la oposición incluso señalan que habrá un solo pleno y será el de liquidación.