El expresidente Francisco Camps no solo acudió ayer a las Corts a votar al «liquidador» de RTVV. También habló aunque sin contestar a ninguna pregunta de los periodistas, ni siquiera sobre Canal 9 o el indulto a Hernández Mateo, tras el revuelo por el aplazamiento de su declaración por escrito como testigo en el caso Nóos al no podérsele localizar durante el fin de semana. Lo hizo para dar su versión y deslizar el tratamiento excepcional que a su juicio le está dando el juez José Castro, en comparación con otras autoridades que como él se han acogido al derecho a declarar por escrito en otros casos. Así, subrayó que «esperaba» recibir las preguntas por correo certificado «y, como ha ocurrido en todos los casos», elaborar «un informe para enviarlo también por correo certificado».

Es lo que pudo hacer el ministro Luis de Guindos, quien tuvo diez días para contestar a un cuestionario sobre el caso Bankia, o las exministras Leire Pajín y Elena Salgado, en el caso Campeón. No será así con Camps, ya que el juez ha ordenado que declare en un despacho incomunicado y en presencia de su secretaria judicial.

Camps, además, quiso enfatizar que, al no ser parte en el proceso, no tiene conocimiento de las providencias ni autos. Así, recalcó que en dos años solo ha recibido «un papel» judicial desde Mallorca, que le entregó el martes de la semana pasada por la tarde una inspectora de policía «muy amable». En él se le citaba para declarar como testigo en la Ciudad de la Justicia de Valencia el pasado sábado por el caso Nóos y se le informaba de su prerrogativa a declarar por escrito. Por ello, al día siguiente llamó al juzgado de Mallorca, donde la secretaria judicial de Palma, «una señora encantadora», le explicó cómo cursar la petición de declarar por escrito y media hora después la envió por fax. A petición de la secretaria, dijo, incluyó un lugar de citación, su despacho en el Jurídic, lo que explicaría por qué no se le localizó el fin de semana cuando estaba en su casa.

La secretaria, añadió, le dijo «con mucha cortesía» que estuviera «atento» porque en las horas siguientes se emitiría una providencia sobre si se aceptaba o no su petición, como así ocurrió el viernes, cuando se informó de que el expresidente no acudiría a declarar al juzgado porque ya lo haría por escrito y se daba a las partes 5 días, a partir de este lunes, 18 de noviembre, para que enviaran al juez las preguntas que querían formularle. «A partir de ahí pensé que yo ya no tenía que estar esperando nada más que el que me enviaran desde el juzgado de Mallorca las preguntas por correo certificado y yo ver las preguntas y, como ha ocurrido en todos los casos», poder «elaborar ese informe y enviarlo por correo certificado». Camps dijo no entender «el tsunami mediático que siempre que pasa alguna cosa alrededor de mí ocurre».