La estrategia de hostigamiento sin contar con la mayoría necesaria para imponerla de las instituciones estatutarias, especialmente de la Acadèmia, dirigida por el secretario general del PP y conseller de Gobernación, Serafín Castellano, amenaza con llevarse también por delante al Síndic de Greuges. Tal como avanzó Levante-EMV, el portavoz del PSPV, Antonio Torres, trasladó ayer a primera hora en los pasillos de las Corts a su homólogo del PP, Jorge Bellver, la decisión del líder de los socialistas, Ximo Puig, de romper todos los puentes de diálogo con el PP y, en concreto, la negociación para la elección del Síndic, mientras los populares no cesen en sus «ataques» a los órganos estatutarios. Sin el voto del PSPV, José Cholbi no saldrá reelegido ya que, al igual que para reducir el número de consejeros de los entes estatutarios, se precisa mayoría de tres quintos. A penas tres horas después, Bellver respondió a Torres que están dispuestos a sentarse a hablar de todo, en un intento de reconducir in extremis la situación. Como condición puso que la cita que no tiene fecha sea «entre secretarios generales», esto es, entre Puig y Castellano.

Los socialistas acusan al presidente Alberto Fabra de romper los consensos básicos sobre el autogobierno que en su día sellaron con Francisco Camps y Eduardo Zaplana. En concreto, el pacto lingüístico y la puesta en marcha de la Acadèmia, la reforma del Estatuto de 2006 y la modificación de 2011 para blindar las inversiones estatales en función de la población, que el PP ha aplazado dos veces y que el PSPV «teme» que planee su retirada, tras aprobar ayer en las Corts solicitar al Congreso la renuncia a la reforma de la Lofca para pedir al Estado más inversiones. Los populares presentaron sin consensuar proyectos para imponer la reducción de miembros de los entes estatutarios o la rebaja de diputados de 99 a 79 pero la gota que colmó el vaso ha sido el intento de doblegar la Acadèmia para que cambie la definición de «valenciano».

La tensión se visualizó el martes en la Universitat, donde Puig y Castellano tuvieron un rifirrafe en el que, según el entorno del conseller, fue éste quien echó en cara al socialista la ruptura del preacuerdo sobre el Síndic. «No puede ser que por un lado estemos llegando a acuerdos con el PP y, por otra, el PP salga con iniciativas sorpresa rompiéndolos permanentemente. Ahora hay otro presidente [Fabra] y otra dirección de grupo; si han cambiado de opinión respecto a los anteriores, que lo clarifiquen y digan cuál es su hoja de ruta», aseveró Torres, quien dio a los populares «un plazo de reflexión» para aclarar «si les vale el Estatuto que en su día se negoció». De momento, no votarán a Cholbi en el pleno del 12 de marzo como estaba previsto. Ese día los socialistas necesitan los votos populares para cubrir dos vacantes en el Consell de Cultura y una en el Jurídic. «Sabemos que nos responderán negándonos el apoyo pero nos da exactamente igual», afirmó el síndic del PSPV. «El PP no respeta la Acadèmia, el CVC, el Jurídic», dijo, para emplazarlo a aclarar si retirará la reforma del Estatuto.

«Catálogo» de demandas al PP

Minutos después, Bellver acusó a Torres de recurrir a la «mentira» de que el PP retirará la modificación estatutaria con el fin de justificar la ruptura del preacuerdo para elegir al Síndic. ¿Garantiza que no la retirarán?, se le preguntó. «Reto a que me diga cuándo el PP o el Consell han dicho que se va a retirar», contestó. ¿Entonces no descarta hacerlo?, se le repreguntó. Y ahí señaló que «lo que marca la actualidad» es hablar de la reforma para bajar de 99 a 79 los diputados y sobre el blindaje inversor, «el PP tomará las decisiones que tenga que tomar y no ha anunciado la retirada».

Al final de la mañana, sin embargo, se abrió una puerta. Bellver trasladó a Torres que el PP, «como siempre, está dispuesto a hablar de todo». A esa cita acudirá el PSPV con un «catálogo» de demandas con el fin de llegar, si es posible, a «acuerdos específicos». Hay cuestiones, resaltó, que trascienden a un partido y que exigen pactos básicos.