En 2012, la Comunidad Valenciana sufrió siete grandes incendios en los que se perdieron 61.000 hectáreas y el monte estuvo ardiendo en algunas comarcas durante 8 días sin control „Cortes de Pallás y Andilla„, a veces simultáneamente. Hubo 3 muertos e incontables daños materiales.

En muchos aspectos, el de 2012 fue un calco del trágico verano de 1994 y la Generalitat, que desde aquel año de cenizas presentaba una excelente hoja de servicios, decidió encomendarse a un grupo de expertos para que dictaminaran en qué se había fallado, qué cabría hacer para evitar que se repitiera. El dictamen «descubre» nuevos problemas „la confusión que se produce en la interfaz urbano-forestal, sobre todo a través de las urbanizaciones„ que se suman a otros ya conocidos y que están en la génesis de los grandes incendios como el despoblamiento rural o la continuidad de la masa forestal por el abandono de la agricultura y de la actividad vinculada a los montes.

El informe desnuda también algunas ineficacias de los operativos antiincendios que no acaban de coordinarse, un problema que es especialmente grave cuando se trata de poner orden y dar sentido a las intervenciones de las aeronaves.

Casi un año después de que se conocieran las conclusiones, la conselleria de Gobernación está aplicando algunas de las medidas que aparecen en el dictamen. Son tiempos de penuria presupuestaria y la directora general de Prevención, Extinción de Incendios y Emergencias de la Generalitat Valenciana, Irene Rodríguez, habla de establecer «prioridades».

«La conselleria le da un enorme valor al documento. Es un trabajo muy serio, hecho por profesionales que se implicaron muchísimo», asegura.

¿Son suficientes los medios? ¿Alcanza el presupuesto para las infraestructuras de prevención necesarias? La pregunta es recurrente y está presente en las críticas que recibe la Generalitat.

«Tenemos un dispositivo de prevención y extinción de incendios muy potente, acorde a nuestra realidad, que está trabajando todo el año y que se refuerza en los meses críticos. El índice de efectividad es muy alto: más del 80% de los incendios que se producen se quedan en conatos „menos de 5 hectáreas„ y en 2011 y 2013 tuvimos unos resultados razonables, nunca se puede decir que buenos; pero hay situaciones como las del verano de 2012, con simultaneidad de incendios y unas condiciones meteorológicas muy duras que requieren respuestas adaptadas como las que estamos ya aplicando y propone el informe», subrayó Irene Rodríguez.

Este año se mantiene un helicóptero más de coordinación para las aeronaves, después de que el informe identificara la existencia de problemas, riesgos e ineficiencias en la intervención aérea.

Sobre la falta de coordinación en las intervenciones, Irene Rodríguez sostiene que en parte derivan de la gran cantidad de recursos y medios que actuaron en estos incendios. «Trabajamos para hacer compatibles todos los sistemas de comunicaciones, aunque quizá es algo que debería abordarse desde un ámbito superior „dice en alusión al Estado„ en grandes catástrofes».

Tener una política forestal preventiva, que debe desarrollar en gran parte el Plan de Acción Territorial Forestal (Patfor), es clave en todas las propuestas para evitar grandes incendios. También disponer de infraestructuras suficientes. En la Comunitat Valenciana hay 1.108 kilómetros de áreas cortafuegos; 7.914 kilómetros de pistas forestales y 690 puntos de agua «que hay que mantener». Pero, además, hay planificados 4.628 km. de áreas cortafuegos, 81 kilómetros de pistas y 131 puntos de agua. Y aeródromos y helipuertos mejor dotados. «Actuaremos preferentemente en las zonas donde los grandes incendios son recurrentes», avanza Irene Rodríguez.

Sin embargo, lo que quita el sueño ahora mismo a los servicios de extinción es la creciente confusión entre lo forestal y lo urbano. Existen urbanizaciones que son en si mismas un polvorín, unidas sin solución de continuidad a otros polvorines y que obligan a concentrar todos los equipos disponibles „en detrimento de la masa forestal„para evitar bajas humanas. Si no se ataja este problema, los grandes incendios, al estilo de California o Australia, pueden estar a la vuelta de la esquina.