El desequilibrio entre sexos no disminuye en los estudios con mayor salida laboral y es un anacronismo que preocupa más en el actual contexto de paro juvenil, que alcanza el 56,7 % entre los valencianos menores de 25 años. Aunque hay más universitarias que universitarios en las facultades valencianas, sólo el 35,5 % de los estudiantes de la Politècnica de València son chicas. Las ingenierías aún tienen rostro masculino en dos de cada tres matriculados. Un escalón por debajo, en el Bachillerato de Ciencias y Tecnología, en la última década se ha producido una regresión de la presencia femenina al pasar de casi el 52 % en 2003 al 47,2 % en el curso pasado. En la FP, los alumnos están equilibrados por sexos en general, pero sigue habiendo determinadas ramas que, por tradición o estereotipo, parecen un coto vedado a las mujeres. La Conselleria de Educación quiere empezar a revertir este proceso.
Ayer publicitó unas ayudas de entre 400 y 600 euros para las alumnas que se matriculen en el primer curso de los ciclos formativos de Grado Medio y Superior de Formación Profesional (FP) de 24 grados encuadrados en las familias profesionales de Electrónica y Electricidad; Energía y Agua; Fabricación Mecánica; e Instalación y Mantenimiento. El importe total de estas ayudas exclusivamente femeninas es de 50.000 euros, por lo que el número de becas oscilaría entre 80 y un máximo de 125 en función de la cuantía final. Estas subvenciones, compatibles con otras, están cofinanciadas por el Fondo Social Europeo en un 80 % y se abonan en un único pago mediante transferencia bancaria después de la aprobación de la solicitud.
Según fuentes de la conselleria, se trata de una acción política de «discriminación positiva» hacia las mujeres y persigue fomentar su acceso a titulaciones que reúnen «altas perspectivas de inserción en el mercado laboral y, en consecuencia, facilitan su incorporación al primer empleo». Esos son los tres componentes de la ecuación que explican estas becas de sexo: escasa matrícula, elevada inserción profesional y escasa presencia femenina. Así se intenta perseguir «la igualdad real y efectiva de la mujer y el hombre en los ámbitos formativo y laboral», subraya el departamento que dirige la consellera María José Català. La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte no ha incrementado la cuantía de estas becas con respecto a los años anteriores.
