Los centros penitenciarios valencianos encierran al cuarenta por ciento de las presas más peligrosas de España, según revela el último informe sobre la población reclusa del sindicato de prisiones Acaip. El documento precisa que la cárcel de Picassent encierra a una de cada cuatro presas conflictivas del sistema penitenciario español a pesar de su elevado grado de saturación. El sindicato Acaip advierte en el informe de que la prisión valenciana mantiene entre rejas a un setenta por ciento más de los reclusos que debería y lamenta que las consecuencias son los constantes problemas de seguridad. El sindicato ha contabilizado 739 incidentes graves o muy graves en el establecimiento penitenciario de Picassent en los seis primeros meses del año.

Instituciones Penitenciarias clasifica en primer grado a las internas más conflictivas e inadaptadas. El informe de Acaip revela que en las prisiones españolas hay 67 reclusas muy peligrosas y 26 están en la Comunitat Valenciana. Una de las últimas internas clasificadas en primer grado es una presa que agredió violentamente a un funcionario de prisiones. La mayoría de las presas valencianas peligrosas está en la cárcel de Picassent. En concreto, son diecisiete mujeres extremamente agresivas. El porcentaje de internas valencianas reincidentes es el más elevado del Estado y supera en un 7% a la media nacional. El sindicato Acaip asegura que «las condiciones de seguridad en los módulos de la prisión donde están ubicadas estas internas no son las más adecuadas si se comparan con los centros de construcción más moderna».

Envejecimiento

El estudio añade que se está produciendo un envejecimiento de la población reclusa en las prisiones valencianas al haberse reducido el ingreso de jóvenes menores de veinticinco años y haber aumentado el de mayores de sesenta años. El informe subraya que en 2014 ha subido un 30% el porcentaje de presos sexagenarios. Un portavoz de Acaip precisó que el incremento de presos mayores se debe a las condenas por violencia machista. Por contra, el sindicato ha comprobado que «se ha detenido en seco el incremento de la población menor de 25 años que se había producido el año anterior».

El análisis destaca que la tasa de saturación de las prisiones de Valencia, Alicante y Castelló supera el 54%. Según el sindicato, una de las razones por la que no ha bajado el número de internos a pesar de la construcción de nuevos establecimientos penitenciarios es porque existe un número de presos «muy elevado» sin clasificar en ninguno de los grados de tratamiento, «lo que impide su traslado a otros centros».