El Servicio de Atención Psicológica a Menores Víctimas de Abusos y Menores Agresores dependiente de la conselleria de Bienestar Social ha atendido durante el primer semestre de este año a un total de de 160 menores, un 57 % niñas y un 43 % niños, y a sus familias y ha realizado un total de 657 sesiones de tratamiento y 58 valoraciones diagnósticas, según informó ayer la directora general de Servicios Sociales y Menor, Rosa Aragonés.

Aragonés realizó estas declaraciones en la inauguración del I Seminario provincial para la Prevención de la Violencia Sexual Infantil, organizado por la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil.

La directora general de Servicios Sociales y Menor recordó que la Conselleria de Bienestar Social cuenta desde hace años con el Servicio de Atención Psicológica a Menores Víctimas de Agresiones y Abusos Sexuales, así como a menores perpetradores, a fin de «dar respuesta a este fenómeno social que ha adquirido dimensiones preocupantes en nuestra sociedad».

En la apertura del seminario, Rosa Aragonés destacó que este servicio gratuito de la Generalitat, gestionado por el Instituto de Psicología, Sexología y Medicina «Espill», está destinado a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los menores de toda la Comunitat Valenciana que han sido objeto de abusos sexuales, así como a la atención y orientación de toda la familia. Se trata, dijo, de un servicio «pionero de atención al abuso infantil, observado y valorado por otras comunidades autónomas».

Según expuso Aragonés, dado que el objetivo fundamental de este servicio es «proteger a los menores», la exploración psicológica y la valoración del testimonio del menor se realiza «con el menor sufrimiento para el mismo y un ambiente adecuado a su desarrollo evolutivo». De esta forma se realiza un análisis del testimonio, del tipo de abuso y sus repercusiones, además de prestar tratamiento y llevar un seguimiento de los casos y orientar a la familia y/o los educadores, añadió.

Para la directora general de Servicios Sociales y Menor, la relevancia de un servicio de estas características radica «no sólo en la protección que se presta al menor, sino en la reducción de las secuelas que el impacto de un maltrato y abuso puede tener». En este sentido, la prestación de los servicios se orienta fundamentalmente, «hacia la integralidad, de manera que aglutine la acción conjunta de diferentes sectores de la Administración y de la sociedad civil».