La portavoz adjunta de Compromís en las Corts Mònica Oltra evocó ayer el escándalo protagonizado en su día por Pasqual Maragall cuando afirmó, sin disponer de pruebas, que «el problema de CiU se llama 3 %», en referencia al cobro de comisiones ilegales por adjudicaciones del Gobierno de Pujol. Enmedio de la polémica por la detención de la intendente del Palau de les Arts por el supuesto cobro del 10 % en comisiones por la captación de patrocinadores, Oltra aseveró, a preguntas de los periodistas: «El problema es la generalización del cobro de comisiones», ya que «si Helga Schmidt estaba en una trama de cobro de comisiones, aquí estaba cobrando comisiones hasta el Tato».

Oltra insistió en que el problema del PP es el del «5-4-1». Es decir, el cobro de comisiones del «5 % para el partido, 4 % para el conseller o cargo o la intendente y el 1 % para el intermediario», detalló. Esta fórmula de cobro de comisiones, prosiguió, la reconocen en privado funcionarios y empresarios, y «nadie se extraña» de esta práctica en el ámbito de la contratación. «Se ha asumido como una mordida normal, y eso es un escándalo», lamentó Oltra, quien acusó al PP de «podredumbre en las instituciones» que gobierna y en las que ha colocado a personas «que ven normal cobrar comisiones».

Sobre el exgerente del Palau, criticó que a Ernesto Moreno, también ex director general de Radiotelevisió Valenciana, lo pusieron «desde a liquidar la televisión a presuntamente organizar las comisiones» en la ópera valenciana.

«No hay resolución judicial»

En respuesta a estas acusaciones de Mònica Oltra sobre el cobro de comisiones, el vicepresidente del Consell, José Císcar, manifestó también en los pasillos de las Corts: «Yo no diré nunca eso mientras no lo diga una resolución judicial». El conseller de Presidencia añadió en otro momento: «Lo desconozco, pero mientras no lo diga una resolución judicial, hay que mantener la cautela, hasta que la Justicia se pronuncie», aseveró en relación a las acusaciones contra Schmidt.