Tres años después del escándalo de las facturas en los cajones de la Generalitat en 2012 „cuyo afloramiento elevó el déficit global del Reino de España y desembocó en una denuncia de la UE, pendiente de dirimirse„, el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, garantizó ayer que el Ejecutivo «acabará la legislatura, después de mucho tiempo, sin necesidades presupuestarias, sin facturas en los cajones, tampoco en los cajones legales „la llamada cuenta 409, donde se imputa el gasto para el que no hay cobertura presupuestaria„, y en una situación de comodidad financiera y normalidad en los pagos». Lo aseguró durante un encuentro informativo sobre la liquidación del presupuesto del Consell en 2014 „sin incluir sector público„ en el que el interventor Gonzalo Peral certificó que, a 31 de diciembre, se arrastraban unos 1.300 millones de facturas en el cajón legal, amén de otros 2.552 millones en gasto pendiente de pago de 2014 y años anteriores. En total, una mochila de 3.800 millones.

Y todo ello pese a haber recibido la estratosférica inyección de fondos del Estado en forma de préstamos, cuyo interés al 0 % solo está atado para 2015, de unos 20.000 millones. Antes del 24M, sin embargo, todo esto, prometió Moragues, quedará despejado, de forma que se reducirá la cuenta 409 «a la mínima expresión». La de Sanidad, subrayó, «está en niveles cercanos a cero en abril de 2015». El milagro ha sido posible por los suplementos de crédito nutridos a base de más préstamos FLA (los últimos, de 818 y 567 millones) y el adelanto a abril de los 2.234 millones del fondo de rescate de este año. ¿Y qué pasará en el segundo semestre? ¿Volverá a generarse un desfase? Moragues consideró que no, aunque lo fió a lo que quede de FLA y a la promesa del Gobierno de que reformará el sistema de financiación.

Desde que la UE y, por delegación, Montoro, tomara el mando de las cuentas, la liquidación del Consell tiene un valor secundario. Aún así, hay datos relevantes. El Ejecutivo cerró 2014 con un déficit presupuestario de 4.479 millones, 1.080 más que en 2013 (cuando fue de 3.399 millones), provocado por unos gastos de 14.273 millones (13.598 en 2013) y unos ingresos de solo 10.507 (menos que el año anterior, 10.582 millones). Pero esto no significa que gastara más en 2014. La explicación es que el presupuesto asumió deuda comercial de las empresas públicas a través del Plan de Pagos y facturas del Consell de 2013 y anteriores que no tenían cobertura, abonadas con cargo al FLA. Por eso, en paralelo, se redujo la cuenta 409 en 805 millones. Estos ajustes y la inclusión del sector público arrojaron una cifra de déficit a efectos de la UE de 2.370 millones, el 2,39 %, que es la que rige.

Lo que sí es significativo son los 4.001 millones en obligaciones pendientes de pago al cierre de 2014 (4.959 millones en 2013). De éstos, 1.526 millones serían operaciones no presupuestarias, que incluyen las cantidades pendientes a la Seguridad Social y la Agencia Tributaria o al Servef. Los pagos pendientes estrictos serían 2.522 millones: 1.954 del presupuesto del ejercicio y 567 de presupuestos cerrados. A esta suma habría que añadir los 1.300 millones de la cuenta 409.

PSPV: «La situación es crítica»

La liquidación refleja el incremento de la deuda de 5.779,13 millones, vía préstamos del Estado. 996 millones son del déficit autorizado; 2.221, del Plan de Proveedores; 1.842, del adicional de FLA; 221, de las liquidaciones negativas; 300, de la asunción de vencimientos financieros del sector público; y 170, de deuda titulizada sanitaria y método alemán. Para el responsable de Economía del PSPV, Julián López, la liquidación «confirma que aceptar más y más préstamos siempre fue una mala idea; permiten pagar hoy pero complica el mañana». Los datos, alertó, «evidencian que la situación de las arcas autonómicas continúa siendo crítica».