El ingeniero Jesús Vicente Pascual, empleado del empresario Vicente Conesa, investigado en el caso Terra Mítica, admitió ayer que no firmaba los contratos en la fecha que figuraba en los papeles: «Los contratos no los firmo ni en la fecha ni en el día que figura en el contrato, no sé si está bien o mal hecho, pero lo confieso», aseguró.

Pascual, que se enfrenta a nueve años y siete meses de prisión a petición de la fiscalía, explicó que comenzó a trabajar en las empresas de Conesa (C-3 y otras) como becario en 1998. Su primera función cuando comenzó a trabajar fue desarrollar el proyecto de riego del parque temático, y en enero de 1999 le destinaron a Benidorm y ya desembarcó en Terra Mítica. El acusado, con poderes para firmar en representación de las mercantiles de Conesa, reconoció que firmaba contratos laborales y profesionales con empresas «con autorización de Conesa». Sobre estos contratos, confesó que la fecha que figuraba en los mismos no se correspondía realmente con el día en que solía firmarlos, para justificar que el mismo día de la firma de un contrato, la empresa a la que subcontrataban ya se pusiera directamente a hacer trabajos en el parque temático.

Al acusado también se le ha preguntado por las adjudicaciones de concursos de Terra Mítica, y aunque inicialmente ha señalado que «las adjudicaciones de los concursos se sabían de antemano», luego ha matizado que a lo que se refiere es que entre la adjudicación y la firma del contrato, se da un tiempo a la empresa para prepararse y organizar sus recursos con el objeto de empezar con las obras.

Obras inacabadas

El acusado también ha afirmado que se tuvo que subcontratar servicios «porque las obras no se habían acabado y la obra era un auténtico desastre», aunque ha dicho que «en ningún momento» tuvieron que declarar esta situación a los responsables de Terra Mítica. Sobre las facturas, ha señalado que él no las aprobaba; y en relación con las certificaciones ha afirmado: «Yo nunca he firmado certificaciones falsas y si me hubieran propuesto firmar algo que no fuera autentico, real o verdadero, habría salido de allí corriendo. No hay otra opción». A Pascual se le ha preguntado asimismo por unas cartas que remitió a Terra Mítica en las que se avisaba de que iban a hacer subcontrataciones con empresas que no estaban constituidas. Al respecto, ha indicado que él no tenía conocimiento de que las mercantiles no estuvieran creadas: «A mí estos escritos me vienen preparados en su mayoría por correo electrónico. No sé si me los redactan y me los mandan o me decían los nombres y yo los ponía». Por otro lado, en relación con la gerencia de jardinería, ha aseverado que «existía, la tenía C-3, y a mí nadie me pidió nunca que lo ocultara como si fuera una especie de conspiración».