El primer pleno ordinario con la izquierda en la Generalitat se estrenará hoy dando luz verde a la toma en consideración de la proposición de ley de Podemos que suprime los privilegios de los expresidentes de la Generalitat, consistentes en una plaza (con sueldo similar a conseller) con voz pero sin voto en el Consejo Jurídico y una Oficina que comporta chófer, asistente, vehículo, despacho y escoltas. Solo les deja el tratamiento honorífico. El problema, sin embargo, es que no está claro que pueda aplicarse con carácter retroactivo a los que ya se han acogido: Francisco Camps (en el CJC) y el senador Fabra (con secretaria y coche). Para el portavoz socialista, Manuel Mata, no es posible.

Sin embargo, se están buscando alternativas. Mata defendió la revocación de privilegios «por causa de indignidad», si un expresidente aparece envuelto en corrupción, al estilo del «impeachment» de EE UU y Gran Bretaña. Una mayoría cualificada (tres quintos) podría iniciar el procedimiento y otra (dos tercios) aprobar la revocación de derechos. Esta figura sí podría aplicarse a los expresidentes Camps o José Luis Olivas. Antonio Montiel (Podemos) compartió la idea, aunque para él sí se pueden revocar con carácter retroactivo. El PP estaría dispuesto a quitar la secretaria y chofer si ya se tiene un cargo público (como sería el caso de Fabra).