La farmacología del futuro se escribirá con las dos siglas de una empresa valenciana: Sistemas Genómicos, que ayer fue una de las protagonistas de la rueda de prensa que se celebró en Paris en la que se dio a conocer el resultado de un ambicioso proyecto denominado Venomics, que permitirá sintetizar nuevos medicamentos a partir de venenos. Es decir, un proyecto consiste en revertir el efecto natural del veneno „matar al enemigo„ para convertirlo en un gran aliado de enfermedades que todavía mantienen en abierto y sin resolver el ciclo de su tratamiento y cura, como las patologías autoinmunes, la diabetes, la obesidad y las cardiovasculares (angina de pecho, ictus, infartos...).

Los resultados que ayer se dierona conocer forman parte de un estudio que comenzó hace cuatro años y que está financiado por el VII Programa Marco (FP7 Health) de la Unión Europea. Durante este tiempo se ha trabajado en la identificación y secuenciación de toxinas de las que no había información previa y que constituyen una de las grandes puertas de las terapias del futuro.

El proyecto Venomics ha analizado muestras de venenos de 203 especies de animales procedentes de todo el mundo y de tamaños dispares (desde insectos milimétricos a grandes largartos), que ha permitido crear una base de datos que contiene más de 25.000 secuencias de toxinas sintéticas, de las cuales ya se conoce la estructura genética de 4.000. También se han validado 30 moléculas que han dado una reacción positiva para el tratamiento de síntomas en algún ensayo.

Análisis mucho más rápido

La participación valenciana de Sistemas Genómicos en el proyecto ha permitido acelerar el conocimiento de las moléculas de estos venenos „que era una de claves de la investigación„, a través de un proceso de análisis de las muestras mucho más rápido de los que se utilizan hasta la fecha.

«Lo que tarda una farmacéutica en sacar un producto partiendo de cero es de diez a quince años y nosotros hemos acelerado la fase de identificación de las moléctulas activas de una forma exponencial», declaró a Levante-EMV la doctora Rebeca Miñambres, responsable del departamento de proyectos de la firma valenciana.

«Lo que se ha demostrado es que el potencial de las tecnologías ómicas „de amplio espectro„ aplicadas en este estudio, reduce en gran medida el tiempo necesario para obtener principios con actividad farmacológica», agregó la bioquímica que destacó que «sin las tecnologías que ha aportado la compañía valenciana a la investigación, «determinar los péptidos (que significa ´digerido´ en griego, y que son moléculas formadas por varios aminoácidos presentes en la naturaleza que realizan varias funciones) habría sido un reto imposible de abordar en estos cuatro años de investigación».

Para la comprensión del profano hay que apuntar que los aminoácidos serían como «los ladrillos» de los péptidos y de las proteínas; en los primeros son más pequeños y más grandes y numerosos en las segundas.

Miñambres resaltó que «el proyecto Venomics es un salto de paradigma en cómo afrontar este tipo de investigaciones» y que tras su participación en esta investigación, Sistemas Genómicos sale muy fortalecida y puede ofrecer a la industria «toda la metodología de transcriptómica (expresión de los genes de un individuo a la vez y en un mismo momento) que abre la puerta para identificar moléculas de interés y de aplicación industrial no solo en el sector farmacéutico».

La especialista indicó que el campo de aplicación de las técnicas que han desarrollado es muy amplio, «y estamos preparados para ofrecer nuestro I-D-Ia las empresas que busquen y quieran analizar nuevas moléculas».

La responsable del departamento de proyectos de la empresa valenciana afirmó que la «transcriptómica de novo es una herramienta muy potente». Y para ilustrarlo, indicó que es como montar un puzzle de 500.000 piezas sin tener el dibujo de referencia.

«En el proyecto Venomics, de las 203 especies analizadas, no teníamos el genoma de referencia y ese era el reto que nosotros teníamos que resolver, que era analizarlo todo y sin mapa previo ni referencia y lo hemos conseguido. Esto hace cinco años hubiera sido impensable», añadió Miñambres.

La investigadora destacó cómo la empresa valenciana se ha adaptado para analizar muestras muy pequeñas de animales diminutos. «Hemos desarrollado la tecnología para trabajarcon organismos completamente desconocidos, y con muy poco material de partida».

Glándulas de hormigas

Al necesitar muy poca muestra, se han analizado animales con glándulas muy pequeñas como las hormigas y han logrado reducir hasta veinte veces la necesidad mínima de material a analizar. La tecnología que ha desarrolado la empresa alenciana, «abre la puerta para identificar secuencias de animales cuyo genoma aún no se ha estudiado».

La firma valenciana ha desarrollado también una plataforma informática para almacenar toda esta información y explotar bioinformáticamente los resultados de las distintas áreas del proyecto. Su nuevo proyecto europeo consiste en desarrollar un sistema para ayudar al oncólogo en el seguimiento y tratamiento personalizado de las pacientes con cáncer de mama. Sistemas Genómicos nació en 1998 y cuenta con 80 profesionales del campo de la biología molecular, la bioinformática, la medicina y la genética.