Con el Gobierno de España en funciones y sin ninguna esperanza más allá de la reivindicación política, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se reunirá el próximo martes en Madrid con el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para reclamar un nuevo sistema de financiación, el pago de los 1.380 millones del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y para buscar una solución para el pago de la deuda histórica de la Generalitat Valenciana, según aseguraron ayer fuentes de Presidència.

El encuentro se produce una semana después de haberse reunido con Rajoy en Moncloa, cuatro meses después de haber solicitado la reunión y «sin margen de maniobra». Aquella visita fue «coordial», el líder popular se disculpó por el retraso y prometió acelerar la llegada de 1.380 millones del FLA, adjudicados a princio de año y que deberían haber llegado justo antes de las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo. Desde el entorno de Puig sospechan que «el color político del nuevo gobierno ha influido en el retraso». Así y todo, el jefe del Consell insiste cada vez que tiene ocasión y recuerda que «la Comunitat Valenciana no puede seguir esperando». Y es por eso que, aunque Rajoy no esté en condiciones de modificar en el tiempo de descuento el sistema de financiación, Puig fue a Moncloa a exigir el cambio. Y es también por ese mismo motivo por el que se citará el próximo martes con Cristobal Montoro. «Vamos a exigirle que el ingreso de los 1.380 millones se haga antes de elecciones», apuntan fuentes de Presidència, que recuerdan que este dinero ya está comprometido para pagos de deuda de 2014.

La reunión, que se produce a petición del presidente de la Generalitat estará centrada, como no podía ser de otra manera, en temas de financiación. Puig volverá a reiterar la necesidad de un nuevo modelo de financiación para la Comunitat Valenciana, que dé solución a la infrafinanciación que sufre la región. Asimismo, planteará al ministro la necesidad de revisar la deuda acumulada por la Generalitat Valenciana durante estos años de infrafinanciación. Según manifestó Puig el pasado lunes, «desde 2002 hay una deuda acumulada de infrafinanciación de casi 13.000 millones de euros que de alguna manera los valencianos han de resarcirse». En este sentido, desde el ejecutivo defienden el derecho a ser compensados por este agravio y consideran que el mecanismo más viable de compensación sería que el Estado asumiera esta parte de la deuda que acumula el Consell y que ya asciende a más de 40.000 millones. «Claramente hay una parte que corresponde a la mala gestión de los gobiernos anteriores en el Consell», reconocen, pero «hay una parte directamente vinculada a la infrafinanciación y a la necesidad de seguir prestando los servicios básicos, es esa parte la que debe asumir el Gobierno de España».

Grupo de Financiación

En el listado de reivindicaciones que Puig pondrá encima de la mesa de Montoro estará también el Grupo de Financiación. Se trata de un equipo de trabajo, creado por el Ministerio de Hacienda en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, para trabajar sobre la reforma del modelo. Este grupo, constituido a finales de 2013, quedó congelado y paralizado hasta que el último CPFF lo sacó de la nevera y prometió darle vida. Una vez más, desde el Consell asegurar que «no somos viables y no podemos esperar hasta elecciones para poner en marcha la máquina» y exigen a Montoro que dé luz verde al grupo de trabajo para empezar las negociaciones.