El parte meteorológico en el Bloc, lejos de vaticinar la llegada de un anticiclón después de la tormenta por el pacto bilateral de Compromís y Podemos con dos dimisiones incluidas, augura que la tempestad arreciará en los próximos días. Las renuncias de Consol Castillo y del diputado y alcalde de Tavernes de la Valldigna, Jordi Juan, al denunciar que el pacto se ha impuesto con la «tiranía de la minoría», no serán las últimas. Dirigentes críticos han mantenido contactos durante este fin de semana, que se prolongaron ayer, para fraguar una operación, ya totalmente perfilada, de dimitir en bloque en protesta por el inmovilismo en el que, dicen, se ha anclado el secretario general, Enric Morera, tras acusarlo de claudicar ante Iniciativa y Podemos.
La renuncia a seguir en la dirección nacionalista por parte de una docena de miembros está previsto que se haga efectiva el viernes en un acto en el que convocarán a los medios de comunicación.
La iniciativa de los sectores críticos responde en parte a la negativa de Morera a convocar una ejecutiva de urgencia para abordar la crisis. Algunos de los no oficialistas pretenden exigir la dimisión del secretario general cuando llegue esa reunión y congreso extraordinario. Aducen que Morera está desautorizado tras haber expresado públicamente en el Consell Nacional su posición contraria a un pacto bilateral con Podemos y haber apostado por una amplia plataforma en la que tenía que estar Esquerra Unida. «Si él no dimite, dimitiremos nosotros». Así de contundente se mostró ayer una persona de la dirección.
A falta de concretar la declaración que suscribirán los dimisionarios, los dirigentes que de entrada están en posiciones marcadamente críticas y estarían enrolados en la operación de dimitir en bloque podrían dejar a Morera en minoría. Entre otras, la diputada Mònica Àlvaro, Eva Sanchis, Cristina Sunyer, Quico Fernández, Òscar Peris, Rafa Carbonell, Josep Melero, Agustina Brines, Teresa Garcia, Ricard Chulià, David Abad o Jordi Sebastià.
«Son una minoría»
Sebastià está elaborando un manifiesto crítico „«Volem el Compromís de les persones»„ que será avalado por dirigentes y militantes contrarios a la forma en la que se ha llevado un proceso que empezó con los afiliados del Bloc y de Gent de Compromís „las dos patas mayoritarias de las cuatro de que consta la coalición„ expresando un no rotundo a ir con Podemos (74%) y acabó con un sí resignado por parte del Bloc, avalado por el 52% del Consell Nacional.
El eurodiputado, exalcalde de Burjassot fue el primer cargo público de relevancia que se manifestó públicamente contrario a pactar con el partido de Pablo Iglesias.
El líder del Bloc cuenta, por su parte, con el apoyo de la secretaria de organización, Àgueda Micó, además de Amparo Piquer, Miquel Alèixit, Helena Malonda, Vicent Martínez, Maria Josep Ortega, Bàrbara Peris, Lluismi Campos o Josep Miquel Moya, entre otros. Morera declaró ayer, para indignación de los críticos, que quienes lo cuestionan son «minoría» en el partido.
El teniente de Alcalde de Alicante, Natxo Bellido o Rafa Oliver son algunos de los nombres que distintas fuentes sitúan en territorio intermedio. Por ahora.
Los sectores hasta ahora más críticos con el líder del partido „entre otros los vinculados al Bloc d'Esquerres i Sobiranista (BES) o al Bloc Jove o la propia secretaria de organización„ son los que, paradójicamente, han cerrado filas con el líder del partido. «Morera no tiene ningún entusiasmo con este pacto sólo con Podemos, pero ha actuado por responsabilidad para no romper Compromís», subrayaron ayer desde su entorno.
