La voz del almuecín que llama a la oración de las seis de la tarde suena en una grabación digital por los altavoces de la mezquita. En una aula cercana al oratorio, casi una veintena de inmigrantes de fe musulmana aprenden en clase de valenciano que el plural de germà es germans, y el de germana, germanes. En el tablón de anuncios del vestíbulo del Centro Cultural Islámico de Valencia, situado en el humilde y multicultural barrio de Orriols, un anuncio promociona una alfombra para la oración con protección viscoelástica hecha con «materiales exclusivos» y pensada para «la máxima comodidad en la oración y la mayor durabilidad del producto». Todo cambia. Siempre conviene conocer las realidades para derribar prejuicios.

En este último rezo de la jornada, unas setenta u ochenta personas se lavan, se descalzan y rezan mirando a La Meca y salmodiando en árabe. Padres con niños, algunos hombres con barba pronunciada, gente que viene con la bolsa de la compra, uno que se apoya en una muleta, varios españoles convertidos al islam. Los dirige el imán Mohamed Alí, egipcio de 38 años. El viernes a mediodía pronunciará la jutba, el sermón semanal. Ya tiene decidido que su alocución (en árabe) versará en gran medida sobre los atentados de París. Y avanza a Levante-EMV lo que recordará a sus feligreses: «Estamos totalmente en desacuerdo con el terrorismo, sea donde sea y sea de la raza o la religión que sea. Estamos en desacuerdo con que mueran civiles tanto en Francia como en Siria, Irak, Palestina o cualquier país. Todos son humanos y están en la misma categoría. El maltrato es ilícito. El derramamiento de sangre es ilícito e igual de condenable. En Siria han muerto 250.000 personas. En Palestina cada día hay muertos. En Egipto, Al Sisi mató a 3.000 en un solo día. Pero de estas matanzas se olvidan. Sea en París o en cualquier otro lugar del mundo, siempre es una injusticia», subraya el imán.

Mohamed Alí cuenta que, desde que se produjeron los atentados yihadistas en la capital gala, ha hablado con numerosos musulmanes de Valencia. «No he visto a nadie que esté a favor de lo que pasó. La gente ya está harta de estos temas, todo el mundo los condena y los odia», recalca. Y agrega que ha percibido un temor. «Hay un sentimiento de miedo entre los musulmanes de que se culpabilice al islam y no al terrorismo. Que al final se les pase la factura de los atentados a los musulmanes y crezca el odio hacia nosotros», señala.

No sólo los musulmanes. El imán del Centro Cultural Islámico de Valencia también advierte de lo injusto que será si la respuesta militar del Gobierno de Francia mata a inocentes. «No estamos en contra de combatir al terrorismo o a los que cometen estos hechos inhumanos. Pero con la condición de que no acabe pagando la factura el pueblo. Ayer vimos cadáveres por las calles. Y seguro que hay civiles entre ellos que nada tienen que ver con lo que pasó en París», advierte Mohamed Alí.

España, a tiempo de evitar errores

Por su parte, el presidente del Centro Cultural Islámico de Valencia, Abdelaziz Hammaoui, advirtió ayer de que España «está a tiempo de no cometer los errores de integración de Francia», informa Europa Press. Con motivo de la conferencia que imparte hoy en Cartagena, titulada «El Islam, la democracia y las sociedades occidentales», Hammaoui aboga por no cometer estos errores «evitando la aparición de guetos e invirtiendo en interculturalidad en ciudades». Más «convivencia real» y menos «simple tolerancia», y más trabajo en los colegios.

Comunicado conjunto

Ayer, los representantes de 18 comunidades árabes y musulmanas en la Comunitat Valenciana „no falta ninguna importante„ emitieron ayer un comunicado conjunto en el que reiteran sus «más profundas condolencias al pueblo y al Gobierno francés, estando con él en su lucha contra el terrorismo sangriento». «Reafirmamos nuestra condena a todos los actos terroristas que están sucediendo en el mundo, que van en contra de todas las religiones y las convenciones internacionales y humanitarias que llaman a una mayor solidaridad internacional con los pueblos que sufren, exigiendo para ellos justicia, libertad y una vida digna», señalaron