Una concentración para condenar la violencia contra la mujer «sin nombre y apellidos» en el municipio donde se produjo uno de los últimos crímenes machistas de la Comunitat. Esa fue la decisión que tomó el Ayuntamiento de Serra ayer en lo que la familia de Dolores Moya calificó de «un nuevo esperpento» por parte de la alcaldía. Apenas una veintena de personas se concentraron frente a las puertas del Consistorio a las 14 horas. El alcalde de Serra sigue sin reconocer públicamente el crimen. De hecho, tras la detención de Marcos Cabo tomó la polémica decisión de desconvocar el minuto de silencio por el asesinato de Dolores y días después decretó luto oficial por ambas muertes, equiparando a víctima y verdugo. i. cabanes valencia