El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se enteró de la cesión del senador socialista por Castelló, Josep Lluís Grau, a Esquerra Republicana de Catalunya(ERC) para ayudar a la formación independentista a alcanzar los diez senadores y poder así formar grupo cuando Pedro Sánchez ya había consumado la operación. La estrategia de Sánchez de cultivar la abstención republicana en una hipotética votación de investidura se fraguó y se ejecutó al margen del Palau y de la sede socialista de Blanquerías. Ni siquiera el afectado, Grau, evacuó consultas en Valencia, según fuentes de este partido. Trasladó la decisión cuando no tenía ya marcha atrás, para indignación del jefe del Consell y del núcleo de la ejecutiva del PSPV.

El gesto hacia Esquerra no desentona excesivamente con la línea apuntada por Puig de forma reiterada „la última vez durante su conversación con el presidente catalán, Carles Puigdemont„de intentar hacer de puente entre Cataluña y España para solventar el conflicto catalán planteado por el desafío soberanista del Govern. Pero, con todo, tanto Puig como la cúpula de los socialistas valencianos entienden que una decisión del calado de la adoptada pedía al menos ser consultada.

«Urge reformar el reglamento»

La vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, se abstuvo de criticar la decisión del PSOE „«nada que objetar», dijo„ de promover grupos como «expresión de pluralidad democrática», pero exigió el mismo trato para Compromís-Podemos para «no romper el principio de igualdad».

Desde el PP, insistieron en pedir explicaciones a Puig por «ceder voz valenciana a ERC en el Congreso».

El propio presidente de la Generalitat criticó ayer decisiones como la de su partido al entender que se contribuye a «una especie de mercado persa de diputados y senadores que no tiene ningún sentido».

Puig abogó por «superar anomalías» con una reforma del reglamento del Congreso y del Senado que contribuya a «adaptarlos a la realidad política actual». Una labor que Puig ve «urgente» para que en las cámaras parlamentarias se refleje la «diversidad política de España».