El senador valenciano Pedro Agramunt ha tomado hoy posesión de su nuevo cargo como presidente de la asamblea del Consejo de Europa (CE). Sin rivales en la votación, Agramunt sustituye a la liberal Anne Brasseur en el puesto y, en su primer discurso, se ha mostrado directo y claro.

Alternando el castellano con el inglés y el francés sin problemas, al senador no le ha temblado el pulso a la hora de identificar los principales ejes centrales de su mandato al frente de la institución comunitaria más antigua, a la vez que enfocaba su mirada sobre algunos de los "peligros" a los que, según su juicio personal, se enfrenta la construcción europea en la actualidad.

Así, no ha dudado a la hora de alertar sobre la "ola de populismos de izquierdas y derechas" que, en la actualidad, atentan contra la cohesion de la Europa comunitaria.

El político valenciano también ha puesto un especial énfasis sobre el "aumento del nacionalismo". De hecho, no ha dudado a la hora de conectar ambos fenómenos: "Son desafíos que interactúan, se exacerban e intensifican", ha destacado.

El desafío del terrorismo internacional, la necesidad de encarar la crisis de los refugiados, los conflictos que la UE sufre en la actualidad, como el de Ucrania, la necesidad de recuperar las relaciones con Rusia, la historia del Consejo de Europa y la posible entrada de Bielorrusia en el órgano comunitario que presidirá durante los dos próximos años también han estado presentes en el primer discurso del senador valenciano como nuevo presidente del CE.

Agramunt accede a la presidencia tras el acuerdo alcanzado por todas las corrientes del organismo „populares, socialistas, liberales, Izquierda Unitaria y conservadores„ y, desde junio del 2013, es presidente del Partido Popular Europeo (PPE). El Consejo de Europa cuenta con 324 representantes de 47 naciones diferentes.