La Conselleria de Sanidad gestionó durante 2015 un total de 63 alertas alimentarias de las 184 que se produjeron en España a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI). De ellas, 15 provenían de productos fabricados en la Comunitat (24 %); el 30 % procedentes de otras autonomías; el 27 % de la UE y el 17 % de países terceros.

Las 63 alertas alimentarias gestionadas por la Comunitat afectaron a pescados y derivados (32 %), carnes (13 %), cereales, harinas y derivados (13%) y condimentos y especias (9,5 %), frutos secos (8 %) y materiales en contacto con alimentos (6,5 %), según informó la Generalitat en un comunicado.

La gestión de las alertas permitió eliminar del mercado aquellos alimentos que contenían sustancias químicas, bacterias patógenas o defectos «graves» de etiquetado, según explicó el subdirector general de Seguridad Alimentaria, Vicent Yusà.

El 33 % de las 63 alertas gestionadas en la Comunitat se corresponde a peligros químicos, sobre todo por presencia de metales pesados como el mercurio, así como por la migración de sustancias en materiales en contacto con alimentos o sustancias no autorizadas como la atropina, escopolamina o fenoxietanol. El porcentaje de alertas por defectos de etiquetado relativo a los alérgenos se ha catalogado de «muy alto» (30 %).