La pata económica de la Generalitat está siendo el gran campo de batalla de los socios del Consell. Si en los primeros meses la disputa se centró en las competencias del IVF, que se disputaban Hacienda (PSPV) y Economía (Compromís), ahora la tensión orbita sobre la materia de innovación.

A punto de presentarse la Agencia Valenciana de la Innovación, impulsada por Ximo Puig y con el exconseller García Reche como ideólogo, el conseller de Economía (Compromís), Rafa Climent, marcó ayer territorio: «Yo digo lo que pienso que tendría que ser la agencia: un ente estrictamente coordinador de toda la innovación. No me gustaría que pensáramos que tiene que ser un lugar donde tengamos que colocar muchísima gente en un edificio, con un presupuesto con el capítulo uno con tanto dinero, en el capítulo dos con tanto dinero?. no sé si me explico. Ya tenemos suficientes entes que se están dedicando a la innovación. Lo importante es que tenga la capacidad de coordinar y optimizar todos los recursos», espetó. «Cualquier otra cosa, como conseller, me defraudaría», insistió. «Ya está bien de políticas de visibilización y de campanario. Hagamos políticas pragmáticas que mejoren el día a día de la gente».

Liquida la deuda con los institutos

Climent mediatizó con estas declaraciones una rueda de prensa convocada para anunciar que el Consell acaba de liquidar los casi 34 millones que se adeudaban a los institutos tecnológicos y que el PP había dejado de herencia, explicó la directora del Ivace, Julia Company. La directora general de Industria y el conseller señalaron que antes de julio, tras su verificación, se abonarán los 22 millones pendientes de 2015.

Los institutos, que agradecieron el apoyo del Ivace, lamentaron los recortes de una crisis que ha costado 650 despidos y fuga de cerebros al extranjero y la empresa privada.

Company incidió también en el incremento de los controles a los institutos, tras el cierre de Aidico (construcción) y Aido (imagen), este último bajo investigación judicial. «Queremos otorgar ayudas desde el principio de año para evaluar no solo al final sino a lo largo de toda la tramitación. También con visitas físicas y comprobar que las propuestas que nos han hecho han tenido resultado. Antes no se hacía todo lo que debía hacerse».