El comisario principal José Javier Cuasante tomó ayer posesión de su cargo como jefe superior de Policía de la Comunitat Valenciana arropado por jueces y fiscales alicantinos „ha sido jefe de la comisaría provincial de Alicante los últimos dos años„ y por parte de la cúpula del Ministerio del Interior, en una escenificación de la confianza depositada en el nuevo jefe que busca acallar la polémica abierta contra él por Compromís y PSPV.

Los dos partidos que forman el Consell han recogido las acusaciones vertidas contra Cuasante en las últimas semanas, atribuyéndole, entre otras cosas, haber frenado la investigación del caso Brugal a raíz del tirón de orejas del Consejo General del Poder Judicial a la policía alicantina por la tardanza en emitir algunos de los informes que pidió el juez del caso. Sin embargo, esa supuesta demora es anterior a la llegada de Cuasante a la comisaría alicantina -tomó posesión el 9 de abril de 2014 y el escrito del Poder Judicial llegó dos semanas más tarde-, cuando Brugal llevaba años bajo investigación.

Mención al trabajo de la UDEF

El nuevo jefe superior no quiso entrar directamente en la polémica en su toma de posesión, ayer, en el salón noble de la antigua Capitanía General -Cuasante procede del Ejército-, pero aprovechó su discurso para alabar el papel de la unidad policial que investigó ese caso de corrupción, la UDEF, a la que agradeció «su labor silenciosa y eficaz», así como su «trabajo lleno de grandes complejidades». Además, quiso remarcar que en estos casi dos años al frente de la comisaría alicantina ha trabajado «mano a mano con los jueces, los fiscales y los policías en investigaciones a veces muy complejas», en clara alusión a Brugal, el mayor caso de corrupción detectado en Alicante.

De hecho, en el acto estuvieron presentes el fiscal jefe de Alicante y el decano de los jueces de esa ciudad, pero también el magistrado Manrique Tejada, instructor de la causa que investiga los amaños en el PGOU de Alicante, una de las muchas piezas separadas en que ha derivado Brugal.

Cuasante aceptó con «orgullo y honor» el puesto y anunció que trabajará al frente de la jefatura de Valencia «con la ilusión del primer destino» y «haciendo de la verdad, la eficacia, la lealtad y la objetividad mi lema».

Tras él, hablaron el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, que defendió a Cuasante reivindicando que «su bagaje profesional le habilita como jefe superior», y el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que cerró filas en torno al nuevo jefe superior destacando que posee «las cualidades necesarias de liderazgo, experiencia y profesionalidad» y alentándole a mantener un «combate tenaz contra la corrupción en todas sus formas», en otra clara alusión a las críticas contra Cuasante.

En el acto no hubo representantes del Consell y únicamente estuvo presente la concejal de Policía del Ayuntamiento de Valencia, Sandra Gómez.