La paz lingüística está muy cerca, es cuestión de días. La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) firmarán una declaración conjunta antes de final de mes donde se reconoce la autoridad normativa de la AVL sobre el valenciano y al mismo tiempo se acepta la denominación de lengua valenciana y la preferencia de las formas autóctonas.

El anuncio del paso definitivo para cicatrizar viejas heridas filológicas lo hicieron ayer conjuntamente el presidente de la AVL, Ramon Ferrer y el decano de la RACV, Federico Martínez Roda en el Club Jaume I. Aunque no quisieron entrar en más detalles sobre el esperado documento de la paz lingüística, pese a la insistencia de los socios del foro. Los máximos responsables de las dos academias aceptaron la invitación de uno de los clubes de debate con más prestigio de Valencia para abordar un proceso que inició el pasado 14 de abril Martínez Roda, cuando reconoció en una entrevista en Levante-EMV que el Diccionari de la AVL es el de «todos los valencianos».

Desde entonces los contactos entre ambas instituciones han sido discretos pero constantes, e incluso han seguido después de las citas recientes que han marcado la vida interna de las dos academias. Por una parte, el primer proceso de renovación interna que ha sufrido la AVL, con la elección de siete nuevos académicos. Y por otra, la presentación de la Nova Gramàtica de la Llengua Valenciana de la RACV. A su vez, Martínez Roda ha visto reforzado su decanato en la junta de gobierno de la Acadèmia de Cultura Valenciana, pese a una minoría contraria al consenso. Un reducto que esta vez no ha contado con el concurso activo de Lo Rat Penat, la entidad centenaria del valencianismo cultural, y desde donde también se lleva intentando, con mucha discreción, colaborar en el proceso.

Una relación cordial

Ramon Ferrer y Federico Martínez Roda se conocen desde hace años y son amigos. Historiadores los dos, ayer exhibieron sus mejores sonrisas en el Club Jaume I, el primer acto público de ambos desde el inicio del proceso de distensión facilitado por ambos. Llegaron juntos a la sede de la Sociedad Valenciana de Agricultura -en la céntrica calle Comedias-, posaron amables para la posteridad, y mostraron su espíritu más dialogante durante la comida con los socios del club. Un foro con más de 40 años de historia y que en la actualidad preside el exministro Vicent Albero.

Notarios, registradores, empresarios, catedráticos y abogados forman el núcleo del Jaume I, un club que no esconde su vocación de valencianismo transversal y donde el liberalismo y la socialdemocracia se dan la mano. Además de Vicent Albero, Antonio Sotillo, Alejandro Mañes, Vicente Blasco Infante, José Enrique Silla, Pepa Benavent, J. J. Pérez Benlloch, Francisco Tomás o Ramon Lapiedra, entre otros, forman parte. Precisamente, la intervención del exrector de la Universitat de València fue una de las que más agradeció Martínez Roda. Lapiedra se mostró contrario, dijo que desde siempre, a los «Països Catalans» y favorable a la resolución de un conflicto que ha dividido a los valencianos.