La 28 edición de los Premios Jaime I arranca el próximo 6 de junio llena de novedades. Tres de ellas, según explicó el catedrático Javier Quesada, a petición del Consell. «La Generalitat nos ha pedido más sensibilidad por el valenciano, acercarnos a la escuela pública y llegar a más territorio», detalló el adjunto al presidente ejecutivo de estos galardones a la ciencia, la investigación y el emprendimiento, el profesor Santiago Grisolía.

Quesada ha explicado que hasta ahora no han podido utilizar el nombre «Premis Jaume I», porque no lo habían registrado. Tras cumplir este trámite se presentan este año con la doble denominación.

El acercamiento a la escuela público se materializará con el encuentro de dos de los 23 premios Nobel del jurado con alumnos de primero de Bachillerato en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Lluís Vives de Valencia.

La expansión territorial llega con al visita de una delegación de Nobel de Medicina al Instituto de Neurociencias de Alicante, y con la reunión de un Nobel de Economía en el campus de la Universitat de València en Ontinyent para debatir sobre la industrialización con empresarios y autoridades de la Vall d'Albaida y también con el encuentro de un Nobel de Química con los universitarios de la Politècnica en Gandia.

Jurado con jóvenes investigadores

Otra novedad es la apuesta por los jóvenes investigadores y por reforzar la presencia de la mujer tanto en los seis premios „Investigación Básica, Economía, Investigación Médica, Protección del Medio Ambiente, Nuevas Tecnologías y Emprendimiento„ como entre las 250 candidaturas presentadas. Así, se ha logrado subir un 20 % las candidatas, sobre todo en Economía. Quesada resaltó que en cada jurado habrá un joven investigador español de menos de 40 años que ha tenido que marcharse al extranjero para poder continuar con su carrera. Sobre el potenciar la visibilidad de la mujeres en la ciencia, Quesada destacó que «es un proceso lento, pero cuantas más mujeres haya en el jurado, más premiadas habrá».

Los organizadores han renunciado al galardón al Compromiso Social que introdujo el último Consell del PP porque han preferido que la Generalitat financie el premio a la Investigación Básica, que lleva cuatro años sin patrocinador.

El Consell del Botànic, «debido a los ajustes presupuestarios», apunta Quesada, «no sufragó el premio al Compromiso Social, provocándonos un roto ya que lo tuvo que costear la fundación con cargo a sus reservas». A pesar de esto, añade han preferido no reclamar esa cantidad «porque hubo buena intención». «Los premios se fundaron en la época de Lerma y no tienen color político», asegura. El Consell, que es patrono de la fundación, destinará este 2016 a los Jaime I además de los habituales 80.000 euros anuales de subvención (un 10 % de lo que aportaba antes de la crisis), los 240.000 euros que cuesta organizar un premio.

Tanto Grisolía y Quesada, como el naviero Vicente Boluda, vicepresidente de los Premios Jaime I, alertan de que la ciencia e investigación no están notando la recuperación económica. Quesada subraya que la investigación «ha sufrido mucho y aún está en ascuas» debido a los recortes presupuestarios. En este sentido, Boluda, considera «un error» que la investigación «sea la guinda que corona el pastel, cuando debería ser la base del mismo».