La asociación Carena de apoyo psicológico al enfermo oncológico celebró ayer sus primeras dos décadas de vida con una jornada de puertas abiertas en su sede del centro de Valencia. Una exposición retrospectiva y música sirvieron para dar a conocer el trabajo de esta organización sin ánimo de lucro que, gracias al impulso de cuatro personas, dispone ahora de un equipo de siete psicólogos para estar al lado de los pacientes oncológicos y de sus familias en varios hospitales.

El camino no ha sido fácil y tampoco lo es el futuro con una demanda creciente y una tarea que, en principio, no asume el sistema sanitario. «Cubrimos un vacío al que la administración no llega y precisamente, la asociación nació en su día de la mano de Pepa Costa, ya fallecida y de Matilde Saurí junto con otras dos personas, porque no encontraban en ningún sitio el apoyo profesional que hace falta cuando llega un diagnóstico de cáncer», explica Cristina Pascual, responsable de la ONG.

Gracias al convenio que mantienen con la Generalitat y a través de la Fundación la Caixa, están presentes en el hospital Clínico, el Peset, La Fe y en el de Dénia, además de en su sede de Valencia. En todos ellos, un equipo de psicooncólogos ayuda a los enfermos y las familias desde el diagnóstico hasta el tratamiento. «Incluso ahora llegamos a seguir a las familias en el duelo. Hay una necesidad cada vez más amplia», añade la experta Chelo Barceló.