El expresidente provincial del PP y la diputación, Carlos Fabra, estuvo ayer de visita en Castelló, aprovechando el régimen de semilibertad de que disfruta tras la obtención del tercer grado, que sigue a expensas del pronunciamiento de la Audiencia Provincial tras el recurso de la Fiscalía Anticorrupción.

Fabra fue localizado en el centro de la ciudad, donde mantuvo una reunión con empresarios, según informó Radio Castellón, que captó una imagen del exmandatario popular subiendo en el coche de su inseparable chófer, José del Campo. Otras fuentes indicaron que Fabra compartió mesa y mantel con amigos en un conocido restaurante antes de partir a Madrid para pernoctar en el Centro de Inserción Social (CIS) al que ha sido destinado tras dejar la cárcel de Aranjuez.

La presencia de Fabra en Castelló es llamativa porque los permisos de salida los había pasado hasta ahora en Madrid, rodeado de su familia, y no se había dejado ver por la provincia.

El exdirigente provincial disfruta desde finales del mes pasado del tercer grado que le concedió una juez de vigilancia de penitenciaria. Ello ha supuesto su traslado a un CIS en Madrid al que sólo tiene que ir a pernoctar de lunes a viernes. Ello posibilitó su visita de ayer a Castelló.

El tercer grado de Carlos Fabra, un año y cinco meses después de ingresar en prisión, ha sido controvertido porque la juez se lo otorgó pese al criterio contrario de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Aranjuez, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y de la Fiscalía.

La juez consideró que el interno (condenado por defraudar a Hacienda 693.000 euros a 4 años de cárcel , de los que no cumplirá más de tres) tiene un riesgo de reincidencia «medio-bajo», ha evolucionado favorablemente en prisión, ha abonado la mayor parte de la responsabilidad civil, tiene una pena corta, fue condenado por delitos que no son graves y tiene ya 70 años.

La concesión del tercer grado está pendiente del recurso interpuesto por la Fiscalía ante la Audiencia Provincial de Castelló, que aún no ha resuelto. La polémica se acrecentó después de que trascendiera que la juez María del Prado Torrecilla fue suspendida en 2003 de sus funciones durante siete meses por presionar a una compañera en favor de la concesión del tercer grado al exbanquero Mario Conde.

Fabra fue condenado a cuatro años de cárcel (de los que no cumplirá más de tres) por cuatro delitos fiscales. Recientemente, sufrió un nuevo revés judicial tras ser condenado a pagar 368.000 euros al exmotociclista Álex Debón de un préstamo personal impagado. Precisamente, el préstamo de Debón a Fabra está siendo analizado por la Fiscalía de Castelló en el marco de una investigación más amplia, tal como reveló este diario.