La última Junta General del curso celebrada anoche en la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) fue una metáfora del convulso año que ha pasado la centenaria institución. Primero, la junta no aprobó el acta de la histórica sesión anterior del 30 de mayo en que la entidad aprobó la declaración conjunta con la AVL que insta a «establecer una relación normal» y propiciar la «cooperación efectiva» entre las dos entidades. Por 16 votos en contra y 13 a favor, los críticos con aquella decisión aprobada in extremis consiguieron anoche tumbar el acta. Según el entorno de la actual directiva, este hecho en nada supone un freno al proceso de acercamiento a la Acadèmia.

Por otro lado, y quizá más simbólico, el decano de la RACV, Federico Martínez Roda, se ha hecho cargo de la Secció de Llengua y Literatura Valenciana a efectos académicos y administrativos, por lo que las reuniones formales deberán ser convocadas por el decano a partir de ahora en el ejercicio de sus funciones como «presidente nato de la sección». La decisión supone ponerse por encima del director de la sección lingüística, el filólogo Voro López, principal rostro de los críticos al proceso de aproximación con la Acadèmia Valenciana de la Llengua en los términos que se habían planteado. Es una forma inequívoca de tomar el mando del foco rebelde, aunque con los problemas añadidos que una solución de este tipo pueda entrañar. López, de hecho, ya había anunciado en Lo Rat Penat que hay que iniciar un proceso de destitución del decano para frenar el actual proceso de pax lingüística.

Martínez Roda también comunicó anoche una remodelación de las secciones, incluso con posibilidades de reducción de las mismas, a partir de septiembre.

Enric Esteve, reelegido en Lo Rat

Por otro lado, la asamblea de socios de Lo Rat Penat reeligió ayer a Enric Esteve como presidente de la entidad cívica, que en este proceso de reconciliación entre la RACV y la AVL se ha situado como apoyo de los críticos a Martínez Roda. Lo Rat Penat revalida, pues, la línea anti AVL.