La vicepresidenta del Consell, consellera de Igualdad y líder de Compromís, Mónica Oltra ha mostrado en una entrevista a Efe algunas particularidades de su trayectoria política y personal.

¿Ha enviado alguna vez alguna foto o comentario al grupo de whatsapp que no tocaba?

Sí, claro que me he equivocado de grupo, y casi la lío parda. Esas cosas pasan. Foto no, comentario, foto creo que no, igual también... Era de un tema político.

Como presidenta de la Generalitat accidental por segundo verano consecutivo, ¿qué pequeños placeres se puede conceder?

Subirme a un hidroavión; es divertido, una pequeña aventura.

¿Qué libros decidió al principio del verano que se iba a leer y qué ha podido cumplir hasta ahora?

Todavía no hay principio de verano para mí, así es que todavía no lo he decidido. Tengo que leerme uno que me ha regalado el president sobre la financiación, no me acuerdo del título, pero me lo tengo que leer sí o sí por si luego me pregunta.

Si se pudiera reencarnar en un verso, ¿quién le gustaría que le leyera?

(Después de pensar durante un rato) Mis hijos.

Ni un día sin poesía, eso lo proclama a menudo a través de las redes sociales, pero ¿qué le gustaría también que no faltara ningún día en su vida?

El amor y el humor.

¿Es usted la más fallera del Consell?

Sí, sin duda.

Si pudiera volver a ser universitaria, ¿intentaría irse de Erasmus? ¿Y a dónde?

Pues igual sí porque tuve una vida universitaria muy penosa, trabajaba y entonces me presentaba a los exámenes por libre y no disfruté de la vida universitaria. Me iría a algún sitio de Italia, al sur, que no haga frío.

¿Qué es lo más reconfortante que le han dicho en casa después de un duro día de trabajo?

Pues reconfortante pero también doloroso, cuando llegas a casa y preguntas «¿qué tal os ha ido?», y dicen «Mamá, los días no son tan divertidos si no estás tú», pero reconforta también.

El año que viene cumplirá diez años desde que llegó como diputada a Les Corts y mucha gente la conoce por las camisetas que ha ido exhibiendo en el hemiciclo. ¿Esa época se acabó o tiene en mente algún nuevo lema?

Pues es obvio que no porque el despacho está lleno de camisetas. Siempre he dicho que las camisetas eran una manera de expresar lo que no me dejaban expresar en palabras. Mientras me pueda expresar en palabras en principio no hace falta la camiseta pero, cuando haga falta que me ponga una, me la pondré.

¿Cuántas veces ha tenido que responder en el último año que usted no está en Podemos?

(Risas) Varias veces, sí, pero creo que ya lo van entendiendo. Aquí ya se sabía pero cuando sales de las fronteras de nuestro territorio es más difícil. Pero yo siempre lo digo con amabilidad: yo no soy de Podemos, soy de Compromís, aunque nos llevemos bien. Pero bien, no me molesta.

¿Ha sucumbido a la fiebre de echarse a correr?

No, pero sí a veces tengo deseos irrefrenables de correr, pero no hacer running, y a veces lo hago y corro, hago un sprint.

¿Qué necesita para estar en forma?

Poca cosa, cuando puedo ando y ando rápido, pero ahora lo tengo abandonado.

¿Como Rajoy?

Yo ando con más garbo que él, y además llevo a mis perretes.