Las quejas del bipartito de que han heredado una administración raquítica están avaladas por los datos oficiales del Ministerio de Hacienda. De hecho, la Comunitat Valenciana es la que segunda comunidad que más ha sufrido el recorte en empleados públicos en los últimos diez años. En concreto, entre 2007 y 2016 ha perdido un 5,1% de efectivos al pasar de un total de 124.360 empleados públicos a 118.016. Así consta en el último Boletín Estadístico el personal al servicio de las Administraciones Públicas publicado por el departamento que dirige Montoro.

La Comunitat, junto con Andalucía y Castilla y León, es una excepción ya que en su conjunto el colectivo del funcionariado ha crecido en los años más duros de la crisis. La tijera se concentró sobre todo en el personal sanitario que ha perdido estos años un 14% de efectivos al pasar de 51.283 funcionarios a 44.060, un 14,08% menos. Un porcentaje similar de caída se ha producido en el área de la Generalitat y su sector público, donde el personal pasó de 13.488 a 11.9653.

El deterioro del empleo público no tiene, sin embargo, una solución rápida. Y en este dilema se encuentra el Consell. Además del problema presupuestario (el incremento de gasto) está la cuestión de la temporalidad. El Consell quiere convocar ofertas de empleo público, pero este proceso es lento. La vía rápida es la contratación temporal lo que implicará un aumento de la temporalidad. En la actualidad, según el informe de los expertos de Función Pública, hay un total de 4.512 interinos contratados por urgencia, el 28% de la plantilla; mientras que un 5,6% (890 efectivos) es contratado laboral.