Unos veían ayer el vaso medio lleno y otros, en cambio, medio vacío. Y es que razones hay tanto para ser optimistas, como para no serlo. El sudoku en el que se ha convertido la elección de los miembros del consejo rector de la nueva RTVV sigue sin resolverse, aunque ayer se dio un paso de gigante para desbloquear un órgano clave para que la nueva tele eche a andar. Los socialistas han optado finalmente por sacrificar su primer candidato para presidir el órgano (el extrabajador de Canal 9 Josep López) y han puesto encima de la mesa un nombre de consenso, que ayer públicamente aceptó el resto de partidos. Se trata de Enrique Soriano, letrado de las Corts, un profesional de la casa conocido por todos los portavoces y a quien difícilmente nadie podría ponerle un pero.

Sin embargo, el sí que el síndic socialista Manolo Mata arrancó de sus homólogos con los que mantuvo una larga reunión tras la junta de síndics de las Corts, solo arregla una parte del problema. La negativa del PP a dejar caer a una de sus candidatas (la exresponsable de informativos, Maite Fernández), y la insistencia de Podemos en vetarla lleva a la tele al mismo callejón sin salida en el que quedó antes del verano. «Habrá que ver si entre la nueva y la vieja política, quién hace algo por desbloquear la tele; el PSPV ha hecho todo lo posible», reflexionaba ayer Mata para reivindicar el paso dado por su partido y reprochar al resto su inmovilismo.

A tenor de las razones dadas ayer por los portavoces, el asunto tiene difícil solución. Isabel Bonig (PP), que en su momento no se opuso a López, mantiene que no aceptará vetos y, por lo tanto, no cederá con Fernández. Ciudadanos, que sí rechazó a López tras conocerse su vinculación familiar con cargos socialistas, defiende que es necesario marcar las reglas del juego y alcanzar el consenso.

En la práctica, el partido que lidera Alexis Marí se ha convertido en una aliado del PP en esta batalla, ya que, en el caso de que el tripartito (PSPV-Compromís-Podemos) intentara nombrar al consejo rector en una segunda votación (la mayoría pasaría entonces de dos tercios a tres quintos), la bloquearía. Es decir, la pinza PP-Ciudadanos impediría a los socios del Botànic ir por libre.

No obstante, fuentes socialistas no descartaban ayer, llegado el caso, forzar un cambio en la ley de RTVV para rebajar la mayoría. La reapertura de la tele es uno de los compromisos capitales de los socios del Botànic y un elemento estratégico para el Consell de Puig. Cambiar la ley, sin embargo, generaría un desgaste a las fuerzas de izquierdas que trasladarían la imagen de actuar con el rodillo, como hacía el PP con sus mayorías absoluta.

Con todo, esta salida desesperada sería la última. Antes, hay otras posibilidades. La llave la tendría el PP y Compromís. Pasaría porque la coalición que lidera Oltra, en aras a desatascar la situación, acabara votando a favor de Fernández. Compromís se pronunció en términos muy duros contra la también exdirectora general de Relaciones Informativas con Fabra tras las críticas de la Asociación de Víctimas del Metro y las afectadas por el caso de abusos sexuales en Canal 9. Del veto al alimón con Podemos podría descolgarse Compromís. Su síndic, Fran Ferri, mantuvo ayer que compartía el rechazo a la periodista, pero dio a entender que podría ceder.

En principio, Ferri tiene el respaldo de Oltra (partidaria de eliminar los vetos), pero puede crearse un problema en su grupo y en la coalición. En todo caso, Bonig tendría que aceptar que su candidata fuera la única que en la votación en las Corts no saliera con 99 votos, sino con 86. Es decir, todos menos los diputados de Podemos. Las distintas fuentes de todos los partidos consultadas por este diario dan por hecho que el síndic Antonio Montiel no se moverá. Aducen que no controla el grupo parlamentario y tal como está el partido no podría garantizar la unidad de voto. El síndic de los podemistas mantiene que la plaza de Fernández es de interinidad (ocuparía provisionalmente la del consejo de ciudadanía) y por lo tanto debe ser por consenso. El primer candidato del PP, Vicente Cutanda, no genera problema.

Ayer en la reunión de los síndics, hubo tormenta de ideas alternativas, pero ninguna logró el consenso. La que estuvo más cerca fue la de Ciudadanos, que planteó empezar de cero y que cada partido hiciera una lista con nombres para que el resto se pronunciara. El PSPV se cerró en banda al baile de nombres. Al PP se le sugirió permutar sus candidatos y poner a Fernández, como representante oficial, pero Bonig se negó.