El calor en las aulas ha vuelto a marcar una vez más el inicio de curso. Y eso que las máximas de ayer, de entre 30 y 34 ºC, son menores a la ponentà de hace unos días o a la del septiembre de hace dos años que con temperaturas superiores a 37 ºC amargó la vuelta al cole del 2014-15 al Consell del PP con manifestaciones y protestas generalizadas por el calor extremo en las aulas. En los únicos municipios donde se suspendieron clases por el calor fueron Moncada y Albal.

El Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv), a partir de la encuesta que a una muestra representativa de 71 colegios e institutos públicos de la Comunitat Valenciana, señala que en el 69 % de los centros docentes públicos se registraron ayer en las aulas temperaturas de más de 27 ºC, umbral a partir del cual se considera que existe un riesgo para la salud.

El protocolo para actuar ante las altas temperaturas que envió el miércoles Educación a todos los centros docentes recomendaba hidratar a los niños, evitar la actividad física y trasladarlos a aulas más ventiladas que no incida el sol directamente, e incluso a zonas del patio a la sombra. Esto es lo que se hizo en colegios del Marítimo de Valencia donde ayer se superaron los 32 ºC en el aula.

Las instrucciones también aconsejan comunicar la situación al ayuntamiento, cuyo jefe de Protección Civil tiene la potestad de suspender las clases. Esto pasó en Albal, la dirección del colegio público La Balaguera, su Ampa y el ayuntamiento, decidieron suspender las clases de hoy y el lunes por las altas temperaturas que sufrieron ayer los 511 alumnos del centro. Según fuentes municipales, a las 10 de la mañana ya se registraban 35 ºC en sus aulas, y los escolares tuvieron que salir varias veces al patio.

Las aulas de este colegio de reciente construcción, una obra de Ciegsa inaugurada hace 7 años, tienen aire acondicionado pero la instalación eléctrica no lo soporta. El consistorio reclama a Educación «gestiones para acabar con el problema del calor».

En esta línea, el sector de enseñanza de la Federació de Serveis Públics de UGT, exige «la adecuada climatización de los centros educativos». Por su parte, el conseller de Educación, Vicent Marzà, insistió en que en el plan de rehabilitación y construcción de centros «se aplican criterios de eficiencia energética». Además, se mostró favorable a la suspensión de las clases en episodios de calor extremo, pues «lo primero son los niños».

Los colegios que disponen de aire acondicionado o ventiladores, la minoría, son porque han instalado sus aparatos con recursos propios o los han financiado las Ampa.

En Moncada el ayuntamiento decidió el miércoles suspender las clases. Fuentes del ejecutivo reconocieron que ayer las temperaturas eran más agradables que en días anteriores, pero también aseguraron que con esta decisión se quería dejar patente la falta de condiciones de varios de los colegios que, por su antigüedad, «no tienen aire acondicionado ni ventiladores». Compromís de Moncada se preguntaba si esta decisión se debe «al ansia populista» del ejecutivo «de batir récords de participación en las fiestas» que se están celebrando.