Que los recuerdos siempre se mantengan vivos y no se ensombrezcan ni vayan diluyéndose con el tiempo es uno de los objetivos -quizás el principal- de los investigadores que durante los últimos años se dedican a buscar los orígenes y las curas del alzhéimer. Se trata de una patología que causa la pérdida de la memoria y de otras habilidades intelectuales, y que en España afecta ya a más de 1.128.000 personas, por lo que está presente en uno de cada cuatro hogares.
Una nueva terapia que ha tenido resultados positivos en pacientes de Estados Unidos arroja luz para la implantación de un posible tratamiento que reduce el avance de la enfermedad en las personas que registran los primeros síntomas.
En el estudio, denominado Prime, han participado 165 enfermos de Estados Unidos. Ahora se empieza a realizar en 150 hospitales europeos, de los cuales una veintena son españoles. El Hospital La Fe y el Doctor Peset de Valencia forman parte de este estudio y están en fase de «reclutamiento» de pacientes, quienes deben cumplir una serie de requisitos para poder someterse a las pruebas.
Una de las principales teorías sobre el origen del alzhéimer es la acumulación de proteína amiloide o beta-amiloide en algunas partes del cerebro. Se ha comprobado que quienes padecen esta enfermedad tienen cantidades inusuales de esta sustancia, que se acumula en el cerebro de manera lenta y prolongada durante varios años sin causar síntomas ni otras manifestaciones en el afectado.
La administración del fármaco experimental con el que se investiga, llamado aducanumab, reduce o elimina las placas de la proteína amiloide, por lo que de confirmarse la relación entre estos depósitos y la enfermedad, se conseguiría parar el avance de la dolencia.
Miquel Baquero, investigador del Servicio de Neurología del Área de Neurociencias de La Fe que participa en el proyecto, apunta que la hipótesis de la cascada de amiloide ya es «más aceptada que cuestionada». «Hay muchos datos que orientan a que la acumulación de beta-amiloide es el fenómeno inicial de la enfermedad», señala.
A diferencia de medicamentos similares que se obtienen por síntesis de laboratorio, el aducanumab se elabora a partir de un extracto de plasma sanguíneo procedente de donantes mayores sanos o con pocos problemas de memoria, como explica el neurólogo. Es decir, es un anticuerpo.
El aducanumab se administra vía intravenosa, con goteros. Aún quedan «dos años mínimo para acabar la investigación», explica Baquero y «quizás otro año para obtener permiso de comercialización», revela, aunque avanza que otros medicamentos similares «pueden acabar antes sus investigaciones».
El neurólogo apunta que los anticuerpos monoclonales «suelen ser caros» y en caso de generalizarse el tratamiento, «el precio lo fija el gobierno de acuerdo con el fabricante», por lo que podría darse una situación similar «a la que hubo con el tratamiento del virus de la Hepatitis C». Según apunta, en La Fe pueden proponer pacientes desde el mes de junio, y han postulado a ocho personas para probar el fármaco. «De ellas, puede que tres lleguen a recibirlo, porque todavía no lo hemos administrado a ningún paciente», aclara. «Lo propondremos a más personas», adelanta.
«Quizás es el mayor hallazgo» de todas las investigaciones que estudian el alzhéimer, corrobora Baquero, ya que se apunta «en una dirección en la que ya habían avances», revela.
En el estudio de La Fe trabaja un equipo de cuatro neurólogos, tres neuropsicólogos y dos enfermeras que, además de esta, llevan a cabo otras investigaciones. «En los últimos años hemos propuesto para distintos ensayos a casi 150 casos», especifica el investigador.
En el Hospital Doctor Peset tienen a dos pacientes en estudio para comprobar si cumplen los requisitos correspondientes. Inciden en que el tratamiento no es apto para cualquier paciente, solo para aquellos que tienen alzhéimer diagnosticado, pero en una fase inicial, no con demencia.
La universidad de Elx investiga
En la línea del estudio Prime, también apuntan los investigadores del Instituto de Neurociencias (centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elx y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas). El trabajo, dirigido por los investigadores Javier Sáez y Inmaculada Cuchillo, relaciona la presencia de la amiloide en un cerebro con alzhéimer a la proteína cerebral reelina.
Entre las funciones de la reelina se encuentra la formación de la memoria. La amiloide se une a la reelina y aumenta su cantidad, pero su funcionalidad baja. Por lo que los investigadores de Elx, junto a otros de Austria y León, estudian cómo se podrían compensar situaciones patológicas de bajos niveles de reelina. El estudio de estas proteínas puede dar lugar, en un futuro, a las dianas terapéuticas y los marcadores que servirían para poder combatir la enfermedad.
Reclaman un plan autonómico
Desde la Federación Valenciana de Asociaciones de Alzheimer se muestran optimistas con el tratamiento de aducanumab. «Parece razonable; llevamos años escuchando hablar de la amiloide», explica Emili Marmaneu, presidente de la federación y de la asociación de Castelló. «Si se confirma sería un adelanto importantísimo. Curar hoy en día y hasta dentro de unas décadas será imposible, pero un tratamiento conseguiría que la enfermedad fuera crónica, como el Sida», matiza.
Además, como el fármaco solo podría suministrarse a personas con un estado inicial de la enfermedad, Marmaneu cree que podría provocar que la gente acudiera a las consultas ante los primeros síntomas, y no con la enfermedad muy avanzada, como ocurre en la actualidad, lamenta. «Cuesta aceptar las demencias. Se suele achacar a manías, carácteres... y así se pierden unos dos años», apunta, justo el tiempo en el que los poco fármacos que hay ahora tienen cierto efecto, agrega.
«Esperamos no equivocarnos. Detrás de Prime está un laboratorio serio y el estudio se ha publicado en la revista científica de mayor prestigio -Nature- por eso creemos que es positivo. No lanzas un estudio a más de 100 hospitales de Europa si no tienes cierta seguridad», apunta.
Las asociaciones de familiares de personas con alzhéimer quieren destacar el papel de los cuidadores, la mayoría mujeres, y agradecerles su labor. El entorno familiar es el encargado de velar por el paciente en el 94 % de los casos. Según el presidente, existe «estigma social» y en ocasiones se oculta la enfermedad por «miedo o vergüenza».
En cuanto a la situación de las familias, Emili Marmaneu argumenta que la Ley de Dependencia «no funciona» y que las ayudas solo se limitan al ámbito económico. «Deberían crearse servicios y centros», expone. Por otro lado, también reclama planes nacionales y autonómicos de alzhéimer, como en los países nórdicos, para incidir en la prevención y el diagnóstico y evitar, así, llegar a las situaciones de dependencia.
