La decisión de Rita Barberá de marcharse del PP y continuar con su escaño en el Senado dentro del grupo mixto ha dividido a los senadores que, de diferente signo político, están llamados a convivir dentro de este grupo. Las funciones que debe o no asumir su ahora nueva compañera son causa de discusión.

Aunque la mayoría coincide en que tendría que haber renunciado al acta de senadora, algunas formaciones como Ciudadanos creen que ha de sumarse al grupo en igualdad de condiciones, mientras otras, especialmente Compromís y el Partido Demócrata Catalán (PDC), se niegan en rotundo a ello.

Ni valencianos ni catalanes quieren que les represente bajo ningún concepto, lo que podría ocurrir si el funcionamiento del Mixto se rige por las mismas normas que ha tenido hasta ahora y que fueron ratificadas al principio de la legislatura.

De acuerdo con esos principios, Barberá debe ser portavoz del grupo mixto durante un mes por turno, lo que le tocaría como muy pronto en mayo del próximo año, y de al menos una comisión parlamentaria. Como miembro del Mixto, sumaría al sueldo bruto de senadora „2.813,91 euros„, un complemento de 1.046,47 euros por ser portavoz de comisión y un extra de 2.253,85 euros el mes que le tocase ser portavoz del grupo. Responsabilidades y asignaciones que no están dispuestos a permitir Compromís y la antigua Convergencia y así lo exigirán en la reunión del grupo convocada mañana a la una de la tarde y a la que han sido llamadas sus 17 integrantes, incluida la exalcadesa de la ciudad de Valencia.

Según argumenta el portavoz de Compromís, Carles Mulet, la distribución de portavocías en comisiones o del propio grupo mixto se acordó por consenso, «en un escenario normal, sin prever la entrada de una senadora tránsfuga».

Para Mulet, uno de los más beligerantes con respecto a Rita Barberá, equipararla al resto atenta contra el espíritu del pacto antitransfugismo.

«No se puede aceptar que esté en las mimas condiciones que el resto de senadores», declaró el portavoz de PDC, Josep Lluis Cleries, que criticó al PP por «desentenderse» del problema y tratar de que «se lo coman otros».

Una reunión para fijar posturas Ha señalado que en la reunión habrá que votar si se está a favor o en contra de que sea portavoz de turno del grupo y alguna comisión parlamentaria, a lo que PDC se opone firmemente. El resto de formaciones esperan a que se celebre la reunión para fijar posiciones. Entre ellas, UPN, cuyo portavoz, Francisco Javier Yangüas, recuerda, no obstante, la oposición de su partido tanto a que Barberá siga en el Senado como al mantenimiento de la figura del aforado.

Ciudadanos considera, sin embargo, que la exsenadora popular debe estar en el grupo en igualdad de condiciones en tanto que el Tribunal Supremo solicite el suplicatorio al Senado para poderla investigar por un supuesto delito de blanqueo de capitales.

«Hay unas normas de funcionamiento y tiene que haber un respeto mínimo a esas normas», ha señalado el senador de EH Bildu, Iñaki Goioaga, que ha vuelto a cobrar protagonismo con el caso de Barberá por estar procesado por el Supremo por integración en la organización terrorista ETA.