La posición del PSPV sobre la formación de Gobierno en España a día de hoy es un signo de interrogación. Es lo que queda claro tras la reunión de ayer, larga y con muchas opiniones, de la comisión ejecutiva nacional. Es también la que expresó el líder de los socialistas valencianos y presidente de la Generalitat a los miembros del citado órgano: que no tiene una decisión tomada ante una situación muy compleja y para la que no valen simplismos ni falsedades. «La política no es Barrio Sésamo», dijo ante los micrófonos antes de empezar la reunión.

Ximo Puig confesó luego a su ejecutiva que ha hablado con dirigentes del PNV y de la antes llamada CiU y le han confirmado que no hay acuerdo posible con ellos para formar gobierno.

Así que la cuestión central a la que se enfrenta el socialismo pasa solo por dos caminos: facilitar un gobierno del PP a través de una abstención o mantenerse en el no e ir a unas terceras elecciones. No hay más, planteó Puig, afirmaron algunos de los asistentes a Levante-EMV.

A partir de ahí, Puig no ofreció determinación ni certezas, sino reflexión, abrir un debate «sereno» y «riguroso» que, según las fuentes, no pasa por una consulta a la militancia, algo que no llegó a plantearse ayer.

No hubo tampoco declaraciones incendiarias ni peticiones de dimisión, ni siquiera críticas hirientes contra el secretario general del PSPV. Claro que los principales valedores de Sánchez en la ejecutiva, los diputados José Luis Ábalos y Susana Ros, no acudieron.

Sí hubo tomas de posición firmes a mantener el no a Rajoy. Destacaron las del secretario general de Alicante, David Cerdán, y las del veterano de Izquierda Socialista Vicent Garcés, ambas en la línea de los pronunciamientos de los últimos días de distintas agrupaciones locales y comarcales.

Sí hubo también, según los participantes consultados, un rechazo general a los insultos y al enfrentamiento entre militantes. Una vocación a bajar la temperatura que llevó a la protesta de más de un centenar de militantes y simpatizantes ante la sede de Blanqueries.

El president pidió evitar divisiones «maniqueas» entre socialistas buenos y malos. «Aquí no hay ni más izquierdas, ni menos», dijo.

Puig admitió que habían pasado cosas «muy lamentables» y que todos eran responsables del espectáculo ofrecido, pero llamó a poner en valor que en la C. Valenciana funciona con buenos resultados a la vista de las encuestas „en referencia a la publicada el pasado fin de semana por Levante-EMV„ un gobierno progresista con políticas de izquierdas.

Así que si la dirección de los socialistas no decide convocar otra ejecutiva en los próximos días „Puig parte hoy en viaje oficial a Cuba„, el PSPV llegará al comité federal (aún sin fecha) sin una posición definida. El pasado 28 de junio, la ejecutiva sí acordó un no al PP sin contemplaciones.

Ante la disyuntiva que quita el sueño al PSOE, el líder de los socialistas valencianos ha reiterado en las últimas semanas que la ciudadanía no quiere volver a las urnas. No obstante, como insistió ayer, «nadie en el PSOE está a favor de Rajoy», pero «ante una situación de atasco institucional debemos decidir qué es lo que más conviene al interés general». En esa clave, que pone el país antes que el partido, se jugará un partido en los próximos días que parece tener ya resultado final.