Francisco Correa por fin habló. Y contó ante los magistrados de la Audiencia Nacional todo lo que hasta ahora se había negado a reconocer ante los tribunales valencianos que acogieron los dos primeros juicios sobre la trama Gürtel: la «causa de los trajes» que acabó con Francisco Camps y Ricardo Costa absueltos por un jurado frente a Víctor Campos y Rafael Betoret condenados tras admitir los hechos; y la pieza de Fitur, ya juzgada y en pleno proceso de redacción de la sentencia.

Correa no quiso declarar el 14 de diciembre de 2011, como testigo, en la causa de los trajes para no perjudicarse a sí mismo en las otras causas abiertas por la trama Gürtel. Sí lo hizo el 17 de julio de 2015, como imputado, en el juicio por los presuntos amaños de los contratos de Fitur y el trato de favor en la Conselleria de Turismo. Entonces se comparó con el «presidente de la Ford, que tiene sedes en muchos países y no sabe lo que se hace en cada planta» para escurrirse sobre el día a día de Orange Market, la sucursal valenciana de la trama Gürtel.

Sobre el aterrizaje de Orange Market en Valencia sólo contó que a Álvaro Pérez «se lo rifaban todos los presidentes provinciales [del PP], porque era muy creativo. Es posible que Paco [Camps] le dijera: "Por qué no te vienes a Valencia y me haces alguna campaña? Aunque Álvaro se ha llevado muy pocos contratos de la administración». En julio de 2015 Correa también negó conocer a los responsables del PP valenciano, con los que compartía amigables conversaciones telefónicas o haberles hecho regalos. «A Paco Camps lo vi una vez en la boda de la hija de Aznar» (ayer dijo en la de «El Bigotes), «dos veces» a Ricardo Costa (a quien vaticinaba que «acabaría siendo presidente del Gobierno») y a las ex conselleras de Turismo imputadas «las he conocido en el TSJCV».

Aunque la amnesia y los balones fuera de Correa se transformó ayer en una memoria selectiva ante los jueces de la Audiencia Nacional que lo juzgan por la primera época de la trama Gürtel entre 1999 y 2005.

Correa desveló la verdadera razón del aterrizaje de la Gürtel en Valencia. «La llegada del equipo de Mariano Rajoy que provocó el distanciamiento con el PP de Génova -en torno a 2004 y 2005- porque Crespo (exsecretario de organización del PP en Galicia) no tenía buena relación con Rajoy». Es entonces cuando se decide trasladar la actividad de las empresas del Grupo Correa a Valencia «cuando estaba en el gobierno Francisco Camps».

El cabecilla de la Gürtel no tuvo empacho en admitir que existieron regalos al PP valenciano. «¿Que luego le regalamos una corbata a este señor? -dijo en referencia a Camps-Pues a lo mejor le regalamos cinco corbatas, ¿pero dónde está el problema? (...) Pero de ahí a que nuestras empresas trabajaban para hacer cosas irregulares». También reconoció que su número dos, Pablo Crespo, dejó en usufructo a Ricardo Costa el vehículo Infiniti, valorado en 77.000 euros, que dejó siniestro total tras un accidente.

Y una última bomba de efectos retardados en una de las causas valencianas: «Posiblemente en Valencia hicimos cosas irregulares en la financiación del partido», admitió Francisco Correa durante las primeras siete horas del extenso interrogatorio de la Fiscal Anticorrupción, Concha Sabadell. Una declaración que compromete a sus compañeros de banquillo a partir del 13 de marzo por la financiación irregular del PP: Vicente Rambla, Ricardo Costa, David Serra, Cristina Ibáñez, Yolanda García, Vicente Cotino y Enrique Ortiz.