El Consell ya avisó y ayer lo corroboró. El Ejecutivo valenciano incluirá en los presupuestos de 2017 la partida de 1.325 millones de euros que, calculan, son los que hacen falta para corregir el desfase entre lo que recibe la Comunitat Valenciana y lo que debería recibir «con una financiación justa».

Como ocurrió en los presupuestos de 2016, el gobierno valenciano ha incluido los millones «ficticios» como ingresos a pesar de que el Gobierno central no reconoce su existencia y no aporta su compromiso para hacerlos llegar. Así, previsiblemente se volverá a incumplir el objetivo de déficit.

Según explicó ayer la vicepresidenta del Consell, el equipo de gobierno ha decidido «no congelar por tercer año los presupuestos. La economía está creciendo y por lo tanto también tienen que mejorar las prestaciones a los valencianos», señaló Mónica Oltra tras el pleno del Gobierno valenciano que se celebra cada viernes.

En este sentido, la también portavoz del Ejecutivo explicó que este año la inclusión de esta partida tiene un apoyo «más sólido» ante las previsiones de crecimiento de la Comunitat Valenciana por encima de la media española, en concreto un 5,5 %.

A preguntas de este diario sobre una posible reacción por parte del ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, Oltra explicó que con esta decisión el Consell no está «interpelando a nadie», sino que es «una decisión política que tiene que ver con los derechos de los valencianos».

La inclusión de esta partida lleva dos años constituyéndose como uno de los puntos conflictivos entre las relaciones del Consell con Madrid. El año pasado, Montoro puso contra las cuerdas a la conselleria de Hacienda y le obligó a retirar la partida del plan de ajuste (se mantuvo en el texto como reivindicación política) bajo amenaza de bloquear los fondos de rescate.