Un informe elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad (OS) a partir del Registro Nacional de Emisiones (Renade) del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) sostiene que la Comunitat Valenciana es la que «peor comportamiento» ha presentado en la evolución de las emisiones de gases de Efecto invernadero (GEI) en el periodo 1990-2014, solo superada por Murcia y Canarias.

Así, la Comunitat Valenciana ha pasado de representar el 7,2% de las emisiones totales a alcanzar el 7,8% en 2014.

Según el informe, el incremento de población en las comunidades autónomas costeras del Mediterráneo y en Canarias desde 1990 y la dimensión de las infraestructuras construidas para darles servicio han influido en esta clasificación. Murcia (1ª), Canarias (2ª), la Comunidad Valenciana (3ª) y Baleares (7ª), se encuentran entre las 10 comunidades que más han aumentado sus emisiones totales

Como aspecto positivo, cabe destacar que las emisiones por habitante en la Comunitat Valenciana son de las más bajas de España -5,19 toneladas de CO2 por habitante- mientras en las emisiones por hectárea ocupa un lugar intermedio y el quinto lugar entre todas las autonomías en emisiones por unidad de Producto Interior Bruto.

Según el citado informe, presentado ayer en Madrid por el Observatorio de la Sostenibilidad, la Comunitat Valenciana es el territorio autonómico con mayor número de instalaciones incluidas en el Renade, fundamentalmente por el peso de la industria cerámica. Sin embargo, su volumen de emisiones en el año 2015 «la posicionaba en un relativamente discreto 6º puesto con 9.043.105 toneladas equivalentes», explican.

Entre la fabricación de cerámica y la de cemento acumulan 5,4 millones de toneladas de emisiones, lo que representa casi el 60% del total. No debe sorprender, pues se trata de actividades que emiten grandes volúmenes de GEI, en el caso del cemento, o que tienen una gran presencia en el tejido industrial de esta comunidad.

Las otras actividades más emisoras corresponden al sector energético, que lanzó a la atmósfera algo más de 2,5 millones de toneladas de CO2, el 28 % del total.