La fractura interna en Ciudadanos de la Comunitat Valenciana, con dos sectores claramente enfrentados (el crítico que lidera el tádem Carolina Punset y Alexis Marí; y el oficial capitaneado por Fernando Giner y Juan Córdoba y que cuenta con el favor de la dirección nacional) se agravó ayer con la dimisión del portavoz de la Diputación de Valencia, Enrique Aguar. El exdirigente socialista y concejal de Benetússer se convierte así en la primer daño colateral de una asamblea que ha consolidado el poder de Albert Rivera y ha escorado el partido hacia la derecha. Aguar no deja el escaño y estrenará el grupo de no adscritos, un camino que podrían seguir otros cargos electos si la dirección del partido aprieta las tuercas al síndic, Alexis Marí. Algunas fuentes no descartaban ayer que la dimisión de Aguar tenga un efecto llamada y que muchos militantes, sobre todo de la provincia de Valencia, se den de baja.

Como ya adelantó este diario, al menos cuatro diputados autonómicos, incluido Marí, estarían dispuestos a seguir los pasos de Aguar si el aparato fuerza un cambio en la portavocía. El temor a que el partido quede dinamitado en la Comunitat ha llevado a la dirección (los enfrentados a Marí son los únicos con silla en el consejo general de C's) a intentar calmar las aguas y encauzar las relaciones con Marí. De momento, no ha podido evitarse que Aguar haya dado un portazo con una carta en la que carga con dureza contra C's por haberse convertido en «marca blanca» del PP. Aguar reproduce buena parte de los argumentos que la eurodiputada y exportavoz de las Corts, Carolina Punset, dio en la rueda de prensa celebrada en Madrid una semana antes del congreso, una comparecencia en la que se evidenció su distancia insalvable con el proyecto de Rivera.

En su misiva, Aguar justifica su marcha por motivos «ideológicos» porque entiende que el partido ha traicionado los principios de progreso, centralidad y liberalidad retrocediendo a posiciones de derecha». Para Aguar, al apartarse de sus orígenes como movimiento cívico-politico, el electorado se ha desencantado y remarca que esta situación se ha consolidado en el congreso de partido del pasado fin de semana.«Hemos salido menos transparentes y menos socialdemócrotas y con una estructura en la que la base no pinta nada», añade. Subraya que en el caso de la Comunitat Valenciana, la actual dirección «controlada fundamentalmente por exmilitantes del PP, colocó en el organigrama a otros exmiembros del PP en detrimento de nuevos activos».

Aguar se muetra muy crítico con el sistema de elección «a dedo» de la dirección regional designados desde la cúpula nacional. «Su manera de llevar el partido es dictatorial, de arriba abajo», concluye tras lamentar que en C's no es posible discrepar. El ya exportavoz apela a la «coherencia» para irse, aunque mantendrá su escaño.

La dirección de Ciudadanos no tardó en enviar un comunicado exigiéndole el acta. C's recordó que tanto Aguar, como todos los candidatos, firmaron un compromiso ético firmado por todos los candidatos que les obliga moralmente a irse si dejan el partido.

La marcha de Aguar supone un golpe para el grupo en la diputación que se queda con una sola representante, Mamen Peris. El golpe se suma al que el partido tuvo que encajar en la misma institución, pero en Alicante, cuando su único diputado, Fernando Sepulcre, pasó al mixto tras ser acusado por los suyos de uso irregular de fondos.