El PPCV renunció ayer a pelear su enmienda a la ponencia de estatutos para que el partido abra el debate sobre la limitación de mandatos de los presidentes a ocho años, una cuestión controvertida (afecta al menos moralmente a Mariano Rajoy que tras esta legislatura cumpliría el plazo) pero que los populares valencianos se comprometieron con sus bases a intentar llevar a los estatutos nacionales. Ahora bien, la presidenta del PPCV y candidata 'oficial' al congreso regional que se celebrará dentro de dos meses en Valencia trasladará esta iniciativa a los estatutos, según confirmaron fuentes de la dirección regional. Será una de las medidas estrella en sus propuestas de regeneración.

El debate sobre la limitación de mandatos está, de hecho, abierto en la Comunitat ya que es una de las cuestiones abordadas en la comisión de las Corts sobre la reforma de la ley electoral valenciana. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lanzó recientemente la iniciativa, aunque ya en la pasada legislatura fue promovida por el PP de Alberto Fabra. Isabel Bonig se ha pronunciado abiertamente a favor al considerarla una medida de higiene democrática que evita que los mandatarios acaben desconectados de la realidad. Ayer, sin embargo, la enmienda, que tenía el aval de la dirección regional, fue retirada a petición de Genova, junto con otras sobre regeneracion y participación, en teoría bandera del nuevo PP de Bonig.

Así, se metieron en el cajón las enmiendas para mejorar el sistema de doble vuelta para elegir a los presidentes nacionales, un asunto que sí genero un debate ayer en el plenario, pero liderado por la federación madrileña. Los valencianos habían planteado que se exigiera una mayoría cualificada para que los compromisarios pudieran tumbar la decisión de los militantes. Una renuncia que el PPCV cree razonable al haber logrado su objetivo final de poder hacer sus primarias. Génova ha acabado asumiendo la propuesta pactada con Bonig, que abre la puerta a que las organizaciones regionales que lo deseen puedan nombrar tantos compromisarios como militantes quieran ejercer el derecho al voto.

Esta fórmula concilia las aspiraciones del PP valenciano y madrileño de un militante, un voto sin implicar a Génova. Los nuevos estatutos suponen un antes y un después para una organización acostumbra a la elección digital de sus líderes.

La direccion regional tampoco quiso desde el principio trasladar el debate de las líneas rojas al ámbito nacional, ya que renunció a presentar enmiendas para endurecer los estatutos. El tema quema también a nivel interno: un sector, liderado por el presidente del PP de la provincia de Valencia, Vicente Betoret, rechaza esta mano dura.

A título individual se retiró también la enmienda que proponía extender las primarias para elegir a diputados, senadores y alcaldes. Tampoco hubo defensa al fin de los aforamientos. La no duplicidad de cargos, la enmienda antiCospedal fue rechazada, pero entre los que la respaldaron hubo varios compromisarios de Alicante. Belén Hoyo les conminó a desistir, pero el tema es bandera de la política de regeneración del PP de Alicante.

La conclusión fue que pese a las más de 400 enmiendas, ayer ningún valenciano subió a la tribuna. Su nueva oportunidad será hoy en la ponencia social y territorial.