Además de para hacer repaso al estado de situación de la sanidad valenciana y de las proyectos emprendidos por su conselleria, Carmen Montón aprovechó el foro para remachar que la reversión a la gestión pública del departamento de la Ribera en 2018 por finalización del contrato con Ribera Salud iba a ser una realidad.

«Que nadie espere que vayamos a hacer una prórroga ni un nuevo contrato», advirtió Montón que insistió en que la reversión era «un compromiso que adquirimos y no nos cabe otra opción que cumplirlo».

«Lo público ya ha demostrado que es bueno, es mejor», según dijo ya que aporta «equidad y cohesión social», beneficios que enfrentó a los «recortes y exclusión sanitaria» de la «hoja de ruta del anterior gobierno de la Generalitat».

Sin más pistas sobre Alzira

Pese a todo, Montón no aportó ninguna certeza más de cómo va a ser el proceso más allá de garantizar los puestos de trabajo y la cartera de servicios para los ciudadanos como hasta ahora ha venido haciendo. «Sus profesionales seguirán en sus puestos de trabajo», aseguró. La conselleria mantiene que la hoja de ruta a seguir se conocerá durante la última semana de marzo o primera de abril.

Preguntada sobre la reversión de Dénia, Montón poco desveló de la valoración que se encargó a Hacienda sobre las acciones de DKV, socio minoritario de Ribera salud en el departamento y que mostró su intención de abandonar el negocio, ni de las conversaciones que, en principio, se estarían llevando a cabo, aunque mantuvo que, de ir todo bien «terminaremos la legislatura con dos departamentos más de gestión directa».

Con todo y pese a loar las virtudes de la sanidad pública, Montón aseguró que su gobierno «no tiene ningún problema respecto a la empresa privada» que, según ha dicho es «un complemento de lo público. Nunca un sustituto» y que ambas se debían regir por «una sana complementariedad».

Montón incluyó al IVO en esta modalidad y aseguró que un cambo de normativa en la colaboración con las entidades sin ánimo de lucro estaba detrás del momento de reorganización que se estaba viviendo y que está retrasando la firma de un nuevo concierto que expiró el pasado 31 de diciembre.

«Que todos los usuarios y pacientes estén tranquilos que la asistencia está cubierta con normalidad», añadió.