El consejo rector de la nueva Radiotelevisió Valenciana (RTVV) no tiene claro aún cómo iniciar la emisión en pruebas. El pasado mes de diciembre, cuando se encargó a la empresa OnAir Comunicació elaborar la parrilla con la que la televisión pública autonómica regresaría a la antena, se pensó en recurrir a un contrato de servicios que aportara el personal técnico necesario y la tecnología, si hiciera falta, para volver a las pantallas con material enlatado.

La idea inicial era un contrato de menos de 18.000 euros, lo que facilitaba la tramitación (como en el caso del diseño de la parrilla), pero pronto cobró fuerza en el órgano rector que la cantidad tendría que ser mayor, ya que se trataba de una función para varios meses (alrededor de tres). La consecuencia es que tendría que salir a concurso público, que siempre es un proceso más lento.

La cuestión es que, con la primera mitad de febrero cubierta, el contrato continúa sin licitarse y, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes del consejo, existen muchas dudas de que pueda llegar a formalizarse.

La opinión que gana peso cada día es asumir de manera directa la contratación de los recursos humanos necesarios para sostener la emisión en pruebas. «Es un asunto de tiempo», aseguran las fuentes consultadas. Alcanzado el momento actual, se considera que esta opción puede ser más rápida que no la de la convocatoria de un concurso para contratar a una empresa de servicios.

El interrogante que queda en el aire es por qué no se ha tramitado aún el citado contrato, que colea desde diciembre. Aspectos como este son los que llevan en ocasiones a miembros del Consell a lamentar en privado la lentitud de los trabajos para la puesta en marcha de la nueva RTVV.

Por lo pronto, el consejo rector ha puesto en marcha la contratación de cuarenta personas de las áreas jurídica, administrativa, económica y relaciones con la prensa que han de arropar la construcción de las nuevas televisión y radio autonómicas. Y está en proceso de constitución la sociedad de la que estas han de colgar. No obstante, la contratación de profesionales para los medios de comunicación no puede activarse en teoría hasta que haya un director general.

El plazo más optimista en el consejo rector es que pueda estar elegido en diez días. Los nueve miembros de este órgano se reúnen hoy -no se pudo encontrar otro hueco en las agendas, según la versión oficial- de forma intensiva con la intención de poner en común los proyectos para la dirección general de los quince candidatos al cargo que han ido pasando la criba. Del encuentro debe salir la terna de finalistas que pasaría a la última fase del proceso, la de las entrevistas personales con el consejo.

El plan es que estas se puedan realizar la semana próxima, de manera que quedaría una última cita del consejo para hacer recuento de las puntuaciones y designar director general. De ahí el margen de diez días, si no surgen obstáculos imprevistos.

La reunión de ahí es fundamental en el proceso, porque el proyecto es la parte que más pesa en la baremación de los aspirantes: hasta 60 puntos de un total de cien.

Lluch, Adrián y Marín, favoritos

El currículum y los méritos (la primera etapa) suponían el 30 % de la nota. Una vez superada esa fase, los candidatos mejor valorados han sido el presentador, productor y actual director de antena de la televisión murciana, Josep Ramon Lluch; la exdirectora de IB3 Mar Adrián, y el también periodista del viejo Canal 9 Benjamín Marín, según información no desmentida por miembros del consejo.

Con todo, la puntuación puede dar un vuelco con la valoración de los proyectos, que incluyen equipos directivos, estimación de plantilla e ideas para el desarrollo de la nueva RTVV. Las entrevistas finales (solo a la terna) suponen los diez posibles puntos restantes para completar la nota.