El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de València repatrió forzosamente el año pasado a 490 de los inmigrantes recluidos en su interior y se convirtió en el CIE de España que mayor porcentaje de internos expulsó a otro país. Así lo constata el «Informe sobre los CIE 2016», elaborado por el Servicio Jesuita a Migrantes, una red impulsada por la Compañía de Jesús que trabaja por la defensa de los derechos de las personas migrantes y su pleno acceso a la ciudadanía.

El informe, de 64 páginas, recoge datos de fuentes oficiales y resoluciones judiciales. El balance sitúa al CIE de València a la cabeza de los que expulsan con mayor proporción a sus internos, siempre con una resolución judicial por medio. Si bien la media de repatriación de los CIE españoles fue del 29 % de sus internos, en el caso del centro de internamiento de Zapadores ubicado en València la expulsión se disparó hasta el 59 %, una cifra que triplica la de Barcelona (21 %) y que está muy por encima de la registrada en Madrid (46 %).

El motivo del internamiento en un CIE suele responder a procedimientos de devolución, procedimientos de expulsión por mera estancia irregular, o por una condena por conducta dolosa con pena de más de un año de prisión cuando no han sido cancelados los antecedentes penales o en sustitución de penas de prisión de más de un año.

En la Comunitat Valenciana la policía detuvo el año pasado a 2.415 personas extranjeras por estancia en situación irregular. En toda España se superaron las 35.000 detenciones y, finalmente, se ejecutó la repatriación de 9.241 extranjeros. La media estatal fue de 25 personas repatriadas al día, según advierte el informe de los CIE elaborado por el Servicio Jesuita a Migrantes.

El estudio considera que los Centros de Internamiento para Extranjeros son «siniestros», «desproporcionados», «costosos» y no cumplen con la función principal para la que fueron creados, es decir, servir como medida cautelar ante una expulsión. En el CIE de València se registró el año pasado el internamiento de 829 personas (a pesar de que el centro permaneció cerrado desde octubre de 2016 hasta marzo de 2017 por desinfección, limpieza y adecuación). La gran mayoría de internos fueron hombres (763) y pasaron de media 23 días en su estancia en estos centros que, según sus detractores, funcionan como cárceles done acaban personas que no han delinquido.

Uno de los aspectos que más indigna a los autores del informe en lo referido al centro de Zapadores es que, de los 51 menores identificados en los CIE de toda España, quince de ellos estaban localizados en València. «La identificación de estos menores, todos procedentes de entradas irregulares, cuestiona una vez más los procedimientos de determinación de la edad utilizados en España», alerta el estudio de los jesuitas.

También preocupa el internamiento de personas susceptibles de que se les otorgue protección internacional. Dentro del CIE de València se presentaron 167 solicitudes de protección internacional y fueron admitidas 27. El estudio deplora que el internamiento en un CIE «añade sufrimiento al propio de la amenaza de expulsión y devolución» y exige el cierre de los centros.