La portavoz del PP en la Diputación de València, Mari Carmen Contelles, no tiene previsto apearse de la carrera para ser presidenta del PP en la provincia, un proceso que ha quedado suspendido después de la decisión de Génova y la dirección regional de disolver la actual dirección provincial y crear un gestora. Al igual que el todavía presidente, Vicente Betoret, que el pasado jueves indicó que sigue aspirando al cargo, Contelles dejó claro su intención de ser candidata cuando se convoque el congreso.

Contelles confesó que ya se había puesto en contacto con el diputado nacional Rubén Moreno, quien presidirá la gestora, y que se ha puesto a su disposición para «ayudarle en todo lo necesario». La también secretaria de organización del PPCV se remitió a las palabras del coordinador general, Fernando Martínez Maillo, de que la gestora tendrá carácter temporal e indicó que lo «más importante es que votemos los afiliados y dejemos de mirar cómo se llama el presidente». Fuentes del entorno de Contelles creen que, al igual que pide Betoret, la gestora no se eternizará. En algunos sectores se mantiene incluso que dejar sin resolver la renovación podría conllever protestas y mantienen que debe haber congreso en septiembre. Contelles dejó claro que seguirá con su agenda en calidad de portavoz de la diputación y de responsable de organización.

No obstante, en el PPCV regional no sólo no quieren poner fechas, sino que parece que piensan en otra estrategia. Sin Betoret, el vacío de poder en la provincia permite a Bonig intentar hacerse fuerte en un territorio que todavía no ha conquistado. Es cierto que Madrid ha situado al frente de la gestora a una persona de su confianza, que rendirá cuentas a Maillo; pero las responsabilidades de Rubén Moreno en el Congreso de los Diputados (es portavoz adjunto y miembro del consejo de dirección) hacen muy difícil que esté en el día a día.

Esto deja margen de actuación a Bonig. La clave, por lo tanto, está en la composición de la comisión gestora. Si entre los cinco miembros hay personas con peso, lo lógico es que la gestora perdure. Si son de perfil bajo podría tener fecha de caducidad. En ambos casos, Bonig puede tomar el control, máxime si sitúa en la gestora a miembros de su propia ejecutiva. La dirección regional se convertiría en la dirección provincial. Contelles podría quedar en la reserva para intentar presidir la diputación en 2019. Por otra parte, según algunas fuentes, Bonig confiaba en sacar a Luis Santamaría de la gestora de València ciudad para darle una salida en la provincia y preparar otro alcaldable mejor visto en Madrid: Jorge Bellver. De ser cierto, Génova no le permitió este cambio de cromos.