La propuesta del secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, en el Congreso de que el futuro pacto educativo estatal reduzca al mínimo imprescindible la repetición de curso, cuya tasa en España es del 35,3 % del alumnado, no ha causado indiferencia. El decano de la Facultat de Filosofia i Ciències de l'Educació de la Universitat de València, Jesús Alcolea, coincide en que «sería deseable que se redujera el porcentaje de repetidores, pero para ello hacen falta medidas de apoyo para el alumnado que más lo necesita». Alcolea dice que en educación «el profesorado nunca sobra», por lo que pide más inversión en contratar a docentes «para rebajar la ratio de niños por aula y dar una atención más personalizada al alumno».

Desde el PP, la diputada Beatriz Gascó, acusa a la Conselleria de Educación de «trasladar a los alumnos la cultura del vago, un mensaje contraproducente, puesto que da igual que se esfuercen o que no porque al final todo el mundo tendrá los mismos resultados». Gascó, que fue directora general de Innovación educativa en el último Consell del PP sostiene que Soler «busca tener una sociedad mediocre, pues está es una propuesta del mínimo esfuerzo».