Lambda, el colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales, mostró ayer todo su apoyo a la pareja que ha denunciado una agresión homófoba en las fiestas de Picassent ocurrida el sábado, como publicó ayer Levante-EMV, y reivindicó la necesidad de que el movimiento LGTB denuncie siempre estos casos de odio. «Hemos de continuar visibilizándonos, y por eso es importante que queden registrados y trasciendan al ámbito público», afirmó coordinadora general de Lambda.

La pareja denunciante, David y Javier, de 27 y 22 años, relataron que todo empezó cuando estaban paseando cogidos de la mano y se cruzaron con unos chavales que les espetaron: «Maricones de mierda». Al responder uno de los chicos insultados «maricones de qué», empezaron los golpes, los puñetazos y las patadas. Los moratones han quedado grabados en el rostro de una de las víctimas de la actitud homófoba.

Fani Boronat considera que el camino emprendido para salir del armario tiene otra parada: denunciar todas las muestras de odio sufridas. «Hemos de combatir la LGTBfobia en la sociedad. Y es importante que la gente se dé cuenta de que estas cosas siguen pasando, y que sepa que continúa habiendo miedo a salir del armario. A veces parece que está todo conseguido, pero no es así. Por eso sigue siendo necesario que se celebre el Orgullo y que reivindiquemos nuestros derechos», agrega Fani Boronat.

Si bien la cultura de la denuncia se va extendiendo en la lacra de la violencia machista, en el ámbito de las agresiones homófobas es todavía una práctica muy minoritaria. «Es de aplaudir lo que ha hecho esta pareja, y son un modelo para todo aquel que sufra un abuso o sea testigo de un delito contra la libertad de orientación sexual o de identidad de género», sostiene la coordinadora de Lambda en relación con el caso denunciado por la pareja agredida en Picassent.

Pero hay veces en que se topan con un problema: las personas víctimas de odio homófobo tienen miedo de poner su caso en conocimiento público por las posibles repercusiones que pueda ocasionarles.