La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, achacó al Govern de la Generalitat que las Ramblas carecieran de bolardos y otros obstáculos de seguridad físicos para prevenir acciones como el atropello masivo del jueves pasado. Colau señaló que el Ayuntamiento barcelonés carece de competencias en materia antiterrorista y que siempre colaboró para valorar las medidas de seguridad adoptadas.

Pese a ello, la alcaldesa reconoció que «es imposible llenar la ciudad de barreras». Por su parte, el conseller de Presidència y portavoz del Govern, Jordi Turull, justificó por «razones técnicas» el hecho de haber descartado a finales del año pasado instalar bolardos en las Ramblas y otros puntos críticos de Barcelona ante un hipotético ataque terrorista. «Técnicamente se optó por refuerzos en puntos estratégicos y se respetó por parte de todos», afirmó Turull, para quien entrar en este tipo de polémicas «es de muy mala fe».

Por su parte, el presidente del grupo municipal del PP en el ayuntamiento, Alberto Fernández, se mostró ayer en desacuerdo con las palabras de Colau respecto a «llenar» la ciudad de barreras y le pidió la instalación de medidas de seguridad «en puntos estratégicos» de la ciudad en forma de «pilotes o bolardos». Fernández añadió que «estas medidas se han adoptado en otras ciudades españolas y capitales europeas en puntos neurálgicos, de mayor afluencia de peatones, y en aglomeraciones» y que en cualquier caso «tampoco serían una excepción» en Barcelona, ya que «se hizo a finales de 2016 en la Feria de Santa Llúcia y en la celebración de Fin de Año».

En cualquier caso, también en el día de ayer Generalitat y ayuntamiento se esforzaron por proyectar una imagen de unidad al convocar de manera conjunta una manifestación ciudadana para el próximo sábado en la capital catalana bajo el que ya se ha convertido en el lema de Barcelona ante los atentados: «No tengo miedo».

Así lo anunciaron el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la alcaldesa Colau. La marcha partirá a las 18:00 horas desde los Jardines de Gràcia hasta llegar a la plaza Catalunya, a pocos metros del fatídico escenario de los ataques.

«El rey no es bienvenido»

Por su parte la CUP aseguró ayer que se plantea no ir a dicha concentración de repulsa en caso de que acuda el Rey. «El Rey no es bienvenido para nosotros», aseveró la diputada de la CUP, Mireia Boya, tanto porque su formación es republicana como por «las relaciones de amistad y económicas» que, en su opinión, mantienen la monarquía española y las del Golfo Pérsico, como la catarí o la de los Emiratos Árabes, «que son las que están financiando el terrorismo».

Además, hoy tiene lugar la Comisión de seguimiento del pacto yihadista en una reunión en la que se informará a los partidos de la situación tras los atentados y en la que previsiblemente se expresará el rechazo frontal al terrorismo. Según fuentes del Ministerio, Zoido está en contacto con los responsables de los diferentes partidos para convocarles a esa reunión, que tendrá lugar a las 12 del mediodía en la sede de Interior.