«Leí el otro día el resumen de todos los afectados en el brote y no encontré la referencia a la edad de mi marido. Cuando me enteré de que nos habían excluido del brote me quedé alucinando. No entendemos nada». La que habla es Sagrario, vecina de Quart que, junto a su marido, tiene una segunda residencia en la urbanización Calicanto, en la zona abastecida por el pozo de Santo Domingo donde está el origen del brote de legionela declarado el pasado día 7 de agosto y que ha dejado 7 afectados oficiales (uno de ellos muerto).

Su marido José enfermó el 8 de agosto con un cuadro de fiebre alta mientras estaba de viaje en Sri Lanka y el día 12, conforme bajó del avión, ingresó en el Hospital de Manises. Dos días después llegaba el diagnóstico: neumonía por legionelosis. Ahora se recupera en casa pero pide explicaciones de por qué la Conselleria de Sanidad les ha excluido como afectados en el brote de Calicanto. Para ellos «está claro», y así se lo corroboraron en el hospital, que las fechas de contagio descontando el periodo de incubación, «coinciden con el tiempo que estuvimos en mi casa de Calicanto. Pasamos todo el mes de julio, hasta el día 28 que cogimos el avión para viajar a Sri Lanka. En el hospital nos dijeron que la incubación son unos 15 días».

Para la familia es evidente

Son, precisamente, las fechas de incubación y el viaje al extranjero, los motivos por los que la Conselleria de Sanidad decidió excluir este caso de la lista «oficial» del brote: «su periodo de incubación coincide con el viaje, por lo que los técnicos de Salud Pública no lo asocian al brote de Calicanto», explicaron en su día fuentes de Sanidad recortando el periodo de incubación a, al menos, 12 días. A la familia, esta explicación no le cuadra. «Ahora parece que tendré yo que demostrar que somos afectados cuando, yo creo, que es blanco y en botella. Es bastante evidente que formamos parte del brote porque la fiebre a mi marido le empezó el día 8 de agosto. Mi impresión es que la conselleria quiere quitarse casos de encima cuando somos más», asegura Sagrario que comenta que cuando su marido estuvo ingresado «la doctora nos dijo que tenía a cinco o seis personas más de Calicanto ingresadas», motivo por el que duda de las cifras oficiales de la administración.

De forma paralela al brote, hay numerosos afectados por legionela que también han necesitado de ingreso hospitalario. Además, hay otra persona fallecida, un hombre de 44 años que también tenía una casa en Calicanto, pero que tampoco ha sido incluido en el recuento oficial ya que trabajaba con un camión frigorífico (otra de las instalaciones de riesgo) y no pudo completar en primera persona el informe epidemiológico para concretar si estuvo o no en su chalé.

Sagrario no descarta ponerse en contacto con el resto de afectados de la urbanización y presentar una denuncia «porque no puede ser que nuestros dirigentes estén jugando con nuestra salud y no pase nada».